.:. Indice
- De la electrónica astrofísica, a los circuitos bio-energéticos geo-cósmicos
- Un regreso a la Unidad. De las ciencias, a la Ciencia
- Fiebre piramidal
- Una revisión de las comunicaciones del siglo XX
- Comunicación no-hertziana, una octava superior de la consciencia
- Una pirámide translúcida, una nueva confirmación
- Meditación y pirámides
- El ruido y las voces del navazzamin
- Una confirmación definitiva
.:. De la electrónica astrofísica, a los circuitos bio-energéticos geo-cósmicos:
Desde niño los fenómenos espirituales me habían acompañado al igual que mi interés por las ciencias y la tecnología, particularmente la química y la electrónica. Interés que durante mi vida adulta definiría mi vida profesional. Sin embargo, después de 25 años de actividad dentro de la academia universitaria vinculada a la física, y la ingeniería opto-electrónica orientada a la instrumentación para investigación astrofísica, algunos trascendentales encuentros de años atrás, habían hecho que perdiera totalmente el interés por la ciencia ortodoxa y su dogmático método cuyos arcaicos paradigmas de limitada consciencia, análogos a la tierra plana de siglos atrás, sostienen como posibilidad única diversas cárceles mentales convenientes al modelo materialista, como la ley del inverso del cuadrado entre muchas otras, que nos mantiene en la ilusión que nos hace creer que estamos separados del resto del Universo.
Un muy profundo llamado interno que me había guiado desde la infancia, me había puesto en contacto con diferentes tradiciones guardianas del conocimiento iniciático. Algunas de diferentes lugares del planeta, entre las que por supuesto se encontraban las de mi propia tierra, como la toltequidad y posteriormente la tradición Olmeca nutrida del instrumento de la caminata por rutas energéticas sagradas como vía para alcanzar el silencio interno que permite la expansión de consciencia hacia el encuentro con lo Superior.
Así, siguiendo ese llamado interno, pero sin ser capaz de alcanzar a comprender el alcance de todo esto, empecé un caminar que duraría más de una década recorriendo circuitos sagrados de la madre tierra, especialmente del centro de México, señaladas por las correspondientes puntas sagradas, entre ellas, las grandes pirámides o sus correspondientes a la nueva etapa más contemporáneas, las grandes catedrales. Enlaces ambos, al igual que las altas montañas del planeta, entre las fuerzas telúricas y cósmicas.
Tanto por su cercanía como por su importancia era frecuente el recorrido de las rutas energéticas asociadas a la catedral metropolitana y al cerro del Tepeyac vinculado al culto mariano de Tonantzin-Guadalupe, así como la visita a las zonas energéticas de Tula, Teotihuacan "El lugar donde los hombres se convierten en dioses", o la zona de el valle sagrado de Tepoztlán, o la Iztaccihuatl y el Popocatepetl, los dos principales volcanes de México, o algunos cerros como "La Tonantzin" y "La Malinche" que aunque más pequeños custodian un muy profundo legado igualmente.
En su momento otros lugares más alejados como las zonas maya de Chichen Itza, Uxmal, Tulum, Kohunlich, Dzibilchaltún, Edzna, Palenque, etc., o como el de "Las siete luminarias" con sus cráteres meteoríticos y sus vegetales gigantes, y hasta las lejanas islas de Cuba, Hawaii y de Pascua me habían llamado a su encuentro, al menos en una ocasión.
Incluso antes de esta intensa etapa del inicio del despertar de esa ancestral memoria, el encuentro con la pirámide de Cholula y sus túneles habían sido una importante presencia debido a las frecuentes visitas de paso al Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de Tonantzintla, a cargo del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (IAUNAM) donde yo laboraba, en la Ciudad Universitaria ubicada al Sur de la Ciudad de México. Dicho observatorio, por ser el más cercano, era utilizado fundamentalmente para docencia y pruebas de equipo previo a las temporadas de investigación en el OAN de la Sierra de San Pedro Martir, en Baja California Norte, con características muy superiores para la observación astronómica y donde por lo mismo se encuentran localizados los telescopios ópticos de mayor tamaño del país.
Los mencionados observatorios se encuentran ubicados, el primero, dentro de las instalaciones del Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE) en Santa María Tonantzintla, población aledaña a Cholula, ambas en el estado de Puebla, y el segundo, en la cima de una alta montaña, muy lejos de la civilización. Lugares todos, incluida la bella ciudad de Puebla de los ángeles y su magnífica catedral, donde me fue permitido vivír incontables experiencias tanto científicas como espirituales.
Así, guiado por esa misma búsqueda hice caso a un llamado y dejé finalmente la universidad para partir rumbo a Egipto al rencuentro de una muy antigua memoria adormecida dentro de mi, en busca de respuestas a esas profundas preguntas que me habían acompañado desde la infancia, aunque sin saberlo yo mismo del todo conscientemente. Preguntas trascendentales para las cuales no había encontrado respuesta en las ciencias.
Muy concretamente entre la década del 2000 al 2010, una larga serie de sincrónicos encuentros me pondría en estrecho contacto con secretos guardianes de diversos lugares sagrados del planeta quienes me entregarían al menos parte de su profundo conocimiento. Igualmente el encuentro con personas con facultades superiores me permitiría vivir trascendentes experiencias personales por medio de las cuales recibiría muy profundas revelaciones.
Uno de los más significativos ocurriría en el año 2008 donde por intermediación de una mujer vinculada con el medium cubano Jorge Berroa del Río, dos años antes trascendido, se me entregarían importantes revelaciones para una nueva etapa que muy pronto iniciaría.
.:. Un regreso a la Unidad. De las ciencias, a la Ciencia:
Después de ser enviado a vivir a el valle sagrado de Tepoztlán unos meses en dos ocasiones los cuales dediqué fundamentalmente a meditar, caminar, escribir y durante los cuales tuve igualmente numerosas experiencias espirituales. Ya con una nueva compañera, fui llevado nuevamente de regreso a la ciudad de México y, a finales del 2013 de pronto sentí intensamente el impulso de regresar a la investigación científica y la electrónica las cuales consideraba apenas anecdóticos temas de mi pasado. Era tal mi desinterés por las ciencias académicas que, después abandonar la universidad, incluso me deshice de todos mis libros, mi material curricular, títulos profesionales y de posgrado incluidos y hasta doné mi laboratorio-taller personal que, aunque sencillo, me había tomado "una vida" reunirlo.
Con esa consciencia llegaba a mi la invitación a mantenerme en lo sencillo. Un modesto multímetro análogo, como aquellos primeros de siglos pasados donde se podía apreciar claramente el efecto de los sutiles campos electro-magnéticos. Una fuente de voltaje regulada continuamente variable, muy compacta y de poca corriente manufacturada por mi mismo utilizando partes recicladas y/o de desecho, y materiales como el cartón de cajas de pizza que ya tenía o un poco de MDF (madera aglomerada), que nunca antes había explorado, servían sobradamente para mis propósitos iniciales.
Algo dentro de mi me invitaba a reflexionar profunda e insistentemente sobre el hecho de que tan solo cien años atrás los actualmente considerados grandes investigadores, por ejemplo, pilares de la electricidad como Tesla, Faraday, etc., no contaban con materiales y equipos que hoy día son menospreciados por su abundancia y bajo costo. Como si solo con muy caros y complejos equipos actuales fuera posible hacer investigación de frontera. Un implante mental con que se mantiene la fragmentación de la ciencia sometida en primera instancia a los intereses del sistema financiero y del aparato bélico y no en benefició de la humanidad, siendo que, de hecho, un muy modesto instrumento de hoy día tiene, en muchos aspectos, características muy superiores a muy costosos e inaccesibles equipos de hace 100 años utilizados por esos hoy día considerados grandes pioneros de las ciencias. Equipos que ahora como reliquias o piezas de museo, en perfecto estado, son codiciados por su rareza y se les valora a muy altos precios. Lo mismo ocurriría si viajásemos a ese momento del tiempo llevando con nosotros algún muy modesto equipo del presente. Una paradoja del valor de las cosas y el tiempo que confirma que la pieza fundamental de una investigación no es el instrumento, sino el investigador.
Pero sobre todo ahora, producto de mis propias vivencias de años atrás, entre ellas la de la que sería mi última etapa en el Instituto de Astronomía donde trabajé en el desarrollo de sistemas de óptica adaptativa encargados de la concentración de la energía estelar, tema que me llevaría a diversos congresos en diferentes lugares del planeta y que sería igualmente mi tesis de posgrado en ingeniería eléctrica en el area de electrónica y control. Mi interés estaba centrado en la guía Superior o "intuitiva" que, sin preconcepciones previas justificadas racionalmente por medio de rígidas conceptualizaciones teórícas las cuales en su mayoría son superadas a medida que la consciencia colectiva se expande, invita a realizar uno u otro experimento, aun y sobre todo cuando el mismo carezca completamente de sustento racional y hasta parezca contradecir todo cuanto se cree que se sabe. Actitud que trasciende las limitaciones del método científico y que permite la apertura del enorme potencial de gran profundidad del inconsciente o del llamado "absurdo" y que lleva a aquellos catalogados como "artistas" y "místicos" a explorar incluso vivencialmente universos donde muchas veces los "científicos" apenas son capaces de imaginar y a veces ni eso. Una nueva Ciencia guiada por la consciencia en expansión más allá de los prejuicios de la limitada mente del ego del investigador u observador, condicionada por la ilusión de la modernidad y los intereses encargados de marcar tendencias y modas.
Casi inmediatamente de nuestro regreso de Tepoztlán entramos en una especie de necesidad interna de retirarnos completamente del mundo, hecho que fue posible gracias a que de pronto, milagrosamente, empezó a sernos materializado en casa todo cuanto necesitábamos.
Desde alimentos, hasta equipos electrónicos. Algunos de desecho con componentes fundamentales o hasta nuevos que me fueron siendo entregados junto con mensajes de personas provenientes de lugares tan distantes como China, Tailandia, Rusia, Israel, Inglaterra, Australia, Europa en especial Barcelona, Alemania y Francia, Canadá, Sur América en particular Colombia, Perú, Argentina y Chile, África especialmente de Egipto, etc.. Poco a poco, con la ayuda de aquellas entregas, empecé a avanzar en los experimentos basados en los materiales e ideas que iba recibiendo, mismas que se sincronizaban claramente como guiadas por una mano Superior.
Entregas que podían ser desde antiguas componentes electrónicas, hasta extraños minerales vinculados con diversas zonas energéticas.
Con todo esto, algunos meses después incluso sería natural la creación de este espacio donde plasmar las reflexiones e investigaciones. Difusión que propiciaría el que me fueran entregados generosos donativos que ayudarían, al menos en parte, a continuar con el trabajo.
.:. Fiebre piramidal:
En medio de aquellas vivencias y reflexiones, de pronto sentí la necesidad obsesiva de construir pirámides.
Una obsesión acompañada una vez más por intensos episodios de "sinusitis" como la mencionada por parte del investigador astrofísico e informático Jacques Vallée (representado por el personaje de Claude Lacombe, interpretado por el famoso director François Truffaut) durante el interrogatorio a Roy Neary (Richard Dreyfuss), protagonista masculino de la película "Encuentros cercanos del tercer tipo" (Close Encounters of the Third Kind - 1977), obsesionado con "reproducir" a pequeña escala una montaña la cual tiempo después, al confirmar su existencia, se trasladaría siguiendo un llamado, al igual que otras personas (mujeres y hombres), provenientes de diferentes partes del planeta.
Esa misma certeza interna que súbitamente había despertado en mi el conocimiento de la astrología una década atrás, y que igualmente me había guiado al encuentro de guardianes, rutas, bosques valles y montañas sagradas de diversos puntos del planeta, ahora repentinamente me entregaba el impulso y el conocimiento intuitivo para hacer réplicas a cualquier escala de la Gran Pirámide de Egipto. Tomaría algún tiempo a mi adormecida consciencia reconocer una vez más como este presente ya me había sido profetizado años atrás, durante aquel encuentro del 2008 con el "espíritu" de Berroa.
Desde hacia algunos años, la mismas voces-pensamiento que me habían llevado a salirme del tiempo, mostrándome lo "tóxico" que era el stress que este produce en las personas cuyo propósito único de vida es la obtención del dinero, desde hacía muchos meses me habían insistido en que la basura no existe. Así, lavaba todos los envases desechables y limpios los acumulaba en un recipiente sin tapa pues no atraían insectos ni generaban olor alguno. Muchas veces esos mismos materiales (no orgánicos) los reutilizaba de diversas maneras y, aunque en su gran mayoría los sacaba de casa rumbo a su reprocesamiento, por mi parte al menos se iban completamente limpios de restos orgánicos.
Con aquellos materiales más a la mano, abundantes hoy día pero extraordinarios en sus capacidades algunas décadas atrás y que en general son considerados basura, entre ellos el cartón, empecé a cortar, pegar y ensamblar y poco a poco empezaron a surgir pirámides de entre 10 y 40 cm. (el tamaño máximo que podía alcanzar). Así fui probando diversas técnicas de pegado y manufactura que sincrónica y aparentemente sin ningún plan preconcebido de parte mía, se ensamblaban entre si unas con otras como las famosas muñecas rusas llamadas "Matrioskas". Así sin ser consciente del todo, las pirámides iban acumulándose una a una sin saber claramente hacia donde me dirigía ni cuando detenerme. Sensación que me era familiar y que me ha guiado en más de una etapa de mi vida.
En medio de todo ello llegaban a mi mente visiones de espirales que surgían desde la punta de la pirámide, y que me recordaban aquella imagen que me había sido entregada un par de años atrás y que conformaba la portada del texto titulado "La máquina sagrada", texto entregado durante mi segunda estancia de varios meses en el valle sagrado de Tepoztlán.
Así empecé igualmente a manipular de forma natural alambre magneto que sincronicamente aparecería a mi alcance. En medio de todo esto igualmente llegaba tanto en sueños como en visones de día una insistencia de que debía construir un sensor de energías sutiles, hecho que nunca antes me había planteado, al menos conscientemente. A los pocos días tuve una clara visión de una pirámide traslucida con un cuarzo en el centro, envuelto por un toroide y con una espiral cónica metálica que iba desde la punta hacia la base. Junto con ella se me entregaba, a manera de revelación, el concepto de TEV o VET (Transistor de efecto vórtice o Vortex effect transistor) capaz de interactuar con las energías sutiles a modo de sensor. Conceptualmente el diseño parecía completo, solo faltaba poner manos a la obra con los materiales disponibles a mano entre la "no basura" y confiar en que lo que fuera necesario llegaría de una manera u otra en el momento preciso.
Después de aquella visión, de inmediato vino a mi mente el siguiente hecho. Alrededor de una década atrás, otro canal vinculado con Berroa de forma más bien inconsciente, como en casi la totalidad de los casos, me había hecho entrega de un cristal hexagonal transparente con uno de sus extremos terminado en punta, y con el mismo, el siguiente mensaje codificado para mi futuro: ¡Este cuarzo está vinculado con la Atlántida, y un día lo vas a usar!.
Así mismo recordé que por esas mismas fechas igualmente me habían sido entregadas, por diversas vías, revelaciones que vinculaban zonas energéticas piramidales del planeta con energías estelares. Entre ellas la siguiente asociada a "La academia para las ciencias futuras":
“... entenderán una vez más, por que los antepasados consideraban la pirámide como el portal hacia las estrellas y como la forma a través de la cual las inteligencias estelares vienen a servir a la creación humana. Una vez más el hombre entenderá como las geometrías de la pirámide conjugan el espacio, el tiempo y la materia para formar el foco ideal para la transmisión de energía estelar.”
Sin embargo cuando busqué el cristal, este no se encontraba en el lugar donde recordaba que lo había guardado. Sincronicamente Stellablu, mi compañera llamada desde Italia donde había estudiado temas de bio-energía y que había dejado prácticamente todas sus posesiones, entre las pocas que conservaba y traía consigo en su pequeña maleta, se encontraba un cristal de cuarzo muy similar al mío y que sería utilizado para el primer prototipo.
.:. Una revisión de las comunicaciones del siglo XX
Mientras avanzaba en la implementación de las ideas ya entregadas, de manera obsesiva igualmente, y con los correspondientes intensos episodios de sinusitis, llegaban a mi mente reflexiones a modo de invitación a revisar el fundamento de las comunicaciones del siglo XX. Desde el telégrafo, hasta la computadora digital, etapa esta última que en parte me había tocado realmente en mi lapso de vida y la que mayormente había explorado. No así la radio comunicación (incluida la televisión) que ya estaba desarrollada completamente desde mi llegada a este planeta. Apenas, durante mis primeros años de estudiante de secundaria en la década de los 70´s, tuve por un momento el acercamiento a las válvulas electrónicas (bulbos) a través del armado de una radio AM superheterodino y un amplificador de baja potencia. Y, aunque de alguna manera el tema de la radio me había rondado por la influencia indirecta de un tío (hermano de mi madre) radioaficionado quien, sabedor de mi interés por la electrónica incluso me llegó a obsequiar algunos de sus equipos más antiguos, realmente nunca antes había sido predominante en mi, de forma consciente, el interés por el área de la electrónica asociada a las comunicaciones, y mucho menos de manera tan profunda.
Llegaban a mi mente tanto de día como de noche imágenes y palabras. Algunas que conocía un poco al menos o sobre las cuales tenía alguna referencia aunque nebulosa de décadas atrás, de esa etapa de mi adolescencia, como la radio de galena o el diodo de germanio. Igualmente palabras que o bien apenas me parecía haber escuchado alguna vez pero sobre las cuales realmente no sabía nada, junto con otras que no recordaba o que no me eran para nada familiares y que llegaban igualmente. Descarga por arco, cohesor, bigote de gato (en ingles spark gap, coherer and cat whisker, respectivamente). Una cacofonía de imágenes, ideas y palabras bullía en mi mente y, con las mismas, iba intentando armar un nuevo rompecabezas profundizando en los temas a través del internet.
De la misma forma como había sido entregada anteriormente la totalidad del material, así llegaron las revelaciones plasmadas en el apartado titulado electromediumnidad que incluía las revelaciones entregadas desde otras dimensiones a diversos científicos e investigadores del siglo XX, tendientes a lograr las comunicaciones con ese enigmático "más allá" de la ilusoria muerte, al cual los iniciados de todos los tiempos han tenido acceso. Fenómenos de Transcomunicación Instrumental (TCI) que ya de mucho antes me eran familiares y que hasta yo mismo los había atestiguado, muy en especial durante una vivencia de mi pasado vinculada con un radioreceptor y un portal dimensional.
A toda esta información acumulada, se sumaban imágenes que llegaban a mi mente sobre las ondas que se forman sobre la superficie del agua en un estanque o lago y como las mismas podían ser captadas por medio de resonadores de la frecuencia fundamental o portadora, y que era la base de las comunicaciones por medio de ondas radiales o hertzianas. Forma de comunicación abierta que se había desarrollado de manera privilegiada y, por sobre otras diferentes posibilidades, a lo largo del siglo XX.
Tanto la revelación del sensor de energía bio-cosmica y su exitosa implementación experimental, como el comprender como había evolucionado el detector "hertziano" hasta llegar al diodo de detector de germanio (Ge) que más adelante cedería su paso al silicio (Si), aunado a diversas revelaciones, me llevaron al trabajo sobre energía elóptica del Dr. Thomas Galen Hieronymus, con el cual pude empezar a comprender de manera lógica (racional) el por que del diseño entregado que permitía obtener un efecto de resonancia por retroalimentación lumínica. Después de algunas semanas de experimentación fue claro como el mismo podía obtenerse aprovechando las propiedades electró-ópticas presentes en las estructuras microcristalinas de determinados materiales. Conclusión a la que igualmente llegó el antes mencionado investigador en su momento, como más adelante se me confirmaría y que permite simplificar y miniaturizar de forma muy significativa su implementación. Todo ello me llevó a empezar a comprender (¿recordar?) los fundamentos de la tecnología bajo la cual operan los llamados "implantes", así como la fuente de la que estos se alimentan y que es la misma red bio-energética que activa la "bio-computadora" basada fundamentalmente en el carbón (C) que conforma nuestro organismo. Así la electrónica del silicio (principal elemento constituyente del cuarzo e igualmente presente y de gran importancia en nuestro organismo y cuyas propiedades lo colocan, junto con el germanio y el carbón, en el mismo grupo de elementos de la tabla periódica), en conjunción con la radiónica, tecnología basada en energías sutiles, da sustento en una octava superior a la tecnología de la psicotrónica.
.:. Comunicación no-hertziana, una octava superior de la consciencia:
Apenas estuvo terminado el primer prototipo de sensor piramidal, sentí un fuerte impulso interno, como una insistente invitación a compartir el mismo y, con los medios a mi alcance igualmente, realicé mi primer vídeo y lo hice público.
Esa misma noche de manera ahora más bien extraordinaria y que tiempo atrás ocurría más bien cotidianamente, fui despertado de madrugada. Aun con la sensación de estar adormilado sentí de manera natural dirigirme no a mi estudio-laboratorio ubicado en una habitación contigua, sino hacia el ventanal del balcón de la sala que mira rumbo al Sur, hacia el bosque de "Los Viveros" y la cumbre llamada "Pico del águila" de la cercana montaña del Ajusco. Exploraba extasiado el cielo estrellado cuando de pronto sentí el llamado a mirar al reloj de la pared y me encontré nuevamente con la misma hora señalada tantas otras veces, las 3:33. Acto seguido sentí dentro de mí la invitación a tomar la tablet, que utilizo comúnmente para leer y escuchar música en la sala, y mirar una vez más el video hecho público apenas unas pocas horas atrás.
Al finalizar este aparecería un video vinculado automáticamente entre las sugerencias asociadas al tema, realizado por una persona que afirmaba haber recibido un diseño piramidal que le había sido entregado por parte de seres del espacio. Varios aspectos de su diseño parecían tener correspondían con "el mío" pero además en el mismo encontraría la siguiente imagen que mostraba un ser de aspecto humanoide que entre sus manos sostenía una pequeña pirámide de dimensiones aparentemente muy similares a las de la que yo apenas había elaborado y que igualmente parecía emitir una peculiar luminosidad.
Aunque muy sorprendido, igualmente estaba tan adormecido que apenas pude detenerme a reflexionar sobre la muy significativa sincronicidad. Tan solo sentí la profunda necesidad de regresar a la cama a descansar y dejar la indagación para el día siguiente.
Por la mañana compartí con Stellablu la experiencia que, ella, profundamente comprometida con los "WingMakers"(Creadores de alas), entre otros, comprendía perfectamente mi vivencia pues este mismo tipo de eventos la habían guiado desde siempre y hasta propiciado nuestro encuentro. En mi mente permanecía la imagen de la noche anterior y con ella tres palabras que se repetían: "Transcomunicador Piramidal Interdimensional", pero respecto de la imagen propiamente, nada fui capaz de encontrar.
Si bien esta parecía una profunda confirmación de los avances y me daba algo de tranquilidad al respecto de mi repentina compulsión por investigar intelectual y experimentalmente sobre las comunicaciones en el siglo pasado y que me había puesto a armar y desarmar obsesivamente circuitos resonantes sintonizadores elaborados con placas de aluminio y enrollamientos (bobinas) de alambre de cobre, detectores con diferentes cristales y otros materiales y amplificadores de baja potencia para combinarlos y llevar a cabo experimentos como intentando recrear de manera secuencial algunos experimentos de los siglos XVIII, XIX y principios del XX que darían origen finalmente a la tecnología de las comunicaciones basadas en las ondas radiales también conocidas como de radio o hertzianas. Aquella que para mi era una clara confirmación tranquilizadora al respecto de mi extraño comportamiento, quizá para otros sea más bien motivo real de preocupación y rotunda confirmación de mi franca e irremediablemente declarada locura, como aquella del personaje de la antes mencionada cinta cinematográfica.
Por si todo lo anterior fuera poco, además, una obsesión por experimentar esos mismos principios de resonancia me mantenían continuamente explorando los efectos de las frecuencias a través una de mis mayores pasiones, la música. Muy en especial una flauta transversal que tenía un tanto abandonada desde hacía tiempo, era idónea para explorar los efectos, tanto el entorno como en mi propio interior.
Los eventos antes descritos, si bien profundamente significativos, apenas eran las primeras confirmaciones de lo que se revelaría más adelante, con el transcurso de los meses.
.:. Una pirámide translúcida, una nueva confirmación:
Con aquella primera versión recién terminada empezaba a explorar la posibilidad de manufacturar de alguna manera una pirámide totalmente translucida con algún tipo de material. Había muchos candidatos pero no tantos disponibles para mi a la mano y menos que cumplieran con los requisitos necesarios o de los cuales tuviera experiencia en su manejo.
Hacía una década que conocía a Carles, para ese entonces ya cercano amigo originario de Barcelona, que muchos años atrás había llegado a México, "llamado" por el trabajo del ya antes mencionado medium cubano Jorge Berroa con quien se vincularía como alumno durante varios años. El me había contactado dado el vínculo que por mi parte había desarrollado igualmente con el trabajo del Dr. Jacobo Grinberg, un colega investigador del área de neurofisiología de la misma universidad donde yo trabajé y autor de cerca de medio centenar de libros. Inicialmente de temática académica asociada a su área de interés profesional y que, a partir del trascendental encuentro que tuviera con la milagrosa sanadora espiritual conocida como Pachita, variarían hacia el "chamanismo" y temas afines los cuales, en su mayoría, serían publicados bajo el sello editorial fundado por él mismo denominado: Instituto Nacional Para el Estudio de la Conciencia (INPEC).
En uno de sus últimos textos, pocos años antes de su desaparición física de este plano y muchos antes de mi encuentro con su obra, Jacobo había dejado plasmadas descripciones detalladas de experimentos que yo estaba realizando en la etapa previa a mi salida de la universidad, mismos que estaban asociados con la generación de energías alternativas y que el mismo afirmaba eran guiados por una presencia que no pertenecía a la tierra. En el mismo texto se mencionaban temas y lugares con los que me vería involucrado en el futuro por medio de tradiciones y personas igualmente vinculados con él, entre los que se encontraban algunos canales o mediums, profundamente vinculados con el para entonces ya trascendido Jorge Berroa. Lugares como bosques sagrados y portales dimensionales donde, como él mismo lo había anticipado, desaparecería a finales del año 1994 para retornar a su añorado lugar de origen, sin que hasta la fecha se le volviera a ver, al menos físicamente.
Después de una larga ausencia de muchos meses viajando entre Europa y los Estados Unidos, Carles me visitaba en casa y de manera sincrónica y excepcional traía consigo, a modo de presente, unos chocolates italianos cuyo contenedor "desechable" era trasparente, de forma piramidal con base cuadrada y una altura milagrosamente perfecta para albergar el cristal.
La entrega de aquella pirámide era una nueva confirmación y, de manera natural, la misma pasaría a ser la base del segundo prototipo así como de otros que más adelante le seguirían. Además, junto con la entrega de esa pirámide reaparecía el cristal atlante que hasta ese momento estaba desaparecido.
.:. Meditación y pirámides:
No con toda claridad pero, al menos en parte, alcanzaba a vislumbrar la existencia de una relación entre los actuales acontecimientos y aquellas revelaciones que me habían sido entregadas 5 años atrás, durante aquella sesión en que se hiciera presente "el espíritu" de Jorge Berroa, mismas que parecían estarse cumpliendo cabalmente y paso por paso.
Con esa sensación y la reiterada insistencia de las palabras "Intercomunicador Piramidal Transdimensional" como también se referían a los mismos, sentí la fuerte necesidad de empezar a realizar sesiones al atardecer sintiendo con mis manos las energías de la pirámide mientras escuchaba aquella grabación que en algún lugar tenía guardada y que había escuchado menos de 5 veces, y eso hacía varios años.
Cada tarde durante casi seis meses la escuché al tiempo que sentía las energías emanar entre mis manos, confirmadas por el brillo cambiante de los sensores piramidales de energía bio-cosmica. Diversas experiencias se fueron sucediendo, entre ellas nuevas voces-pensamiento iban llegando, o visiones o sueños y por medio de ellos continuaba avanzando con los experimentos a medida que nuevos componentes me iban siendo entregados igualmente.
Estas experiencias en mi ahora aunque nuevo, muy modesto laboratorio personal casero, me evocaban la metodología que había seguido más de una década atrás, durante esa mi última etapa en la universidad cuando, descuidando en parte mis obligaciones como responsable a cargo del laboratorio de electrónica del instituto de astrofísica, me encerraba en el laboratorio de prueba de detectores durante incontables horas y, en absoluta obscuridad frente al equipo, pedía guía Superior y meditaba tratando de obtener respuestas de hacia donde y como continuar antes de iniciar mi trabajo. Actitud que eventualmente me pondría en contacto entre otros con Adaesuz, de la galaxia de Andrómeda.
.:. El ruido y las voces del navazzamin:
Poco a poco empezaron a llegar nuevas revelaciones en forma de voces-pensamiento que hablaban de profundizar en la denominada "estática" y "el ruido". Conceptos genéricos y dados por hechos, en los cuales son englobados fenómenos que investigadores e ingenieros buscan evitar totalmente o al menos minimizar, y que guardan profundos secretos.
¡Somos nosotros! -decían como insistiendo unas susurrantes voces-. Esa denominada radiación de fondo que detectan los radioastrónomos y que adjudican solo a una Gran Explosión (Big Bang), evidentemente también se encuentra alrededor de nuestro planeta y es debida a LA SUMA DE SEÑALES DE TODO TIPO. Un espectro formado no solo por las ondas electromagnéticas radiales (hertzianas) generadas en la Tierra u otras regiones cósmicas y que casi de forma exclusiva nosotros conocemos y utilizamos. Sino como la luz misma, manifestación local de diversas energías provenientes de distantes galaxias, agujeros negros e incluso de otros universos y con información de las inteligencias que los habitan.
Aquellas voces igualmente entregaban confirmaciones que involucraban a diferentes investigadores e ingenieros que habían recibido similar información por diversos medios.
Con estas ideas en mente me avoqué al diseño y construcción de pequeños amplificadores de alta ganancia o sensibilidad a fin de incorporarlos dentro de uno de los Inter(Trans) comunicadores Piramidales Trans(Inter) dimensionales, como aquellas voces continuaban llamándoles, y empecé una serie de pruebas.
Un extraño ruido que fluctuaba modulado por la energía bio-cósmica emanada de mis manos podía escucharse claramente. Por supuesto que este estaba compuesto en parte por señales de origen terrestre y consideradas de poco interés, mismas que poco a poco fui tratando de limpiar según iban siendo identificadas. Igualmente estaban presentes otras ampliamente conocidas, aunque de origen desconocido y tan solo modeladas matemáticamente como el denominado ruido 1/f que algunos investigadores vinculados con fenómenos espirituales han venido asociando con fenómenos cósmicos desde hace varias décadas. Ruidos que además no parecían tener un espectro estable, sino cambiante y dependiente de múltiples factores y que incluso, bajo algunas excepcionales circunstancias, permitían escuchar algo que parecían como extrañas voces.
En medio de estas sesiones una paradójica afirmación se dejaba escuchar de forma insistente, quizá desde el principio aunque de modo tan sutil que solo meses después y producto de aquellas sesiones de meditación tendría la fuerza para volverse plenamente consciente.
La afirmación decía: ¡Enviamos información de forma telepática para que construyan dispositivos para que puedan entrar en contacto con nosotros!, lo cual si se razona logicamente parece totalmente paradójico pues, ¿Si ya se está en contacto con una fuente de información, para que se querría construir algo para ese mismo propósito?. Lo que equivale a la pregunta ¿Si no se está ya en contacto de alguna manera, como es posible recibir alguna clase de información?.
Cerebros vivos hablarán con cerebros astrales y dirán al mundo la hora a empezar
- y hablarán del cerebro vivo morador de atmósferas del latido del Universo ...
Los seres serán telepáticos con el correr del tiempo.
Existen ya, y ya saben de su cualidad y la esconden.
Día llegará que será a toda luz y no asombrará
Aquellas voces y reflexiones sobre las comunicaciones hertzianas explicaban como el método utilizado para la comunicación privilegiado durante todo el siglo XX y hasta la fecha en el planeta Tierra, esta basado en la generación de portadoras por medio de osciladores de frecuencia estable en las que se introducen las señales de interés que son radiadas al espacio por medio de transmisores. A su vez la recepción se llevaba a cabo por medio de circuitos resonantes sintonizados con la frecuencia portadora y etapas detectoras posteriores se encargaban de la extracción de la información transmitida que era finalmente amplificada. Algo así como generar artificialmente carriles invisibles de cierto ancho (de banda) donde puede viajar la información. Sin embargo la antes descrita no era la única posibilidad existente en el universo -afirmaban-. Existen otras infinitamente más eficientes tanto por sus alcances como por su velocidad de transmisión. ¡Dentro de sus propias mentes existen formas intrínsecas de comunicación-decodificación que pueden ser entrenadas de diversas maneras -insistían-. Una de ellas la adaptación psico-acústica, misma que puede desarrollarse escuchando lo que ustedes denominan "ruido" durante muchas sesiones. Así lo que comúnmente es evitado inicialmente debido al prejuicio de catalogarlo como molesto e incoherente, poco a poco empieza a permitir el desarrollo de olvidados y adormecidos mecanismos de escucha. Paradojicamente el desarrollo de la sensibilidad a "el ruido" es capaz de revelar ocultos sonidos cuyos secretos son custodiados por el silencio interno.
Aquellas afirmaciones me recordaban alguna situación de mi vida en que, en medio de fuertes "ruidos" me había parecido escuchar como gritos de una persona que, días después, había podido confirmar efectivamente en ese instante se encontraba en una situación extraordinaria de peligro, como yo lo había percibido pero que, sin hacerme caso, había descartado considerándolo solo producto de "mi imaginación".
Igualmente las reflexiones sobre el ruido y la audición evocaban en mí, viejas historias sobre esquimales que, profundamente integrados a su blanco entorno, eran capaces de distinguir alrededor de un centenar de diferentes tonalidades de "blancos" que diferenciaban con sus respectivos nombres. Correspondiendo cada uno de ellos a diversas "informaciones", sobre eventos climáticos, o asociados a los animales y sus movimientos, etc., etc., mismos que pasan completamente desapercibidos para cualquier persona que no ha desarrollado la sensibilidad de vida con su hábitat.
¿Que es una lengua desconocida sino "ruido", hasta que poco a poco "la mente receptora logra sintonizarse" con el contenido informacional de los sonidos transmitidos en ese idioma.?
Así poco a poco igualmente empecé a investigar experimentalmente sobre la generación del llamado ruido blanco (de espectro plano), sobre sus orígenes y sobre como el mismo puede ser afectado por medio de la energía bio-cósmica de diversas maneras.
A principios de la segunda mitad del siglo XX, el ahora Dr. Patrick Flanagan, uno de los pioneros en la investigación de la energía piramidal, desarrolló un dispositivo denominado "Neurófono" que hacía posible la "escucha intracraneal no acústica" (pensamientos), mismo que fue "clasificado" por una de las agencias de seguridad de los Estados Unidos. Con aquel antecedente me avoqué a realizar experimentos sobre la transmisión de "sonidos no acústicos" por medio de pulsos, y modulación a través de energías sutiles, mismos que resultaron exitosos mostrando su potencial.
Con aquellos antecedentes, y derivado de las sesiones de adaptación psicoacústica con el "ruido" captado por medio de los Inter-Trans comunicadores Piramidales Trans-Inter dimensionales, poco a poco empecé a escuchar, de forma cotidiana, muy amplificados sonidos muy suaves o de eventos mucho muy distantes y por lo mismo comúnmente inaudibles. Con el inconveniente de que igualmente esta hipersensibilidad auditiva (hiperacusia) volvía insoportables sonidos cercanos como golpes en el suelo o paredes, arrastre de muebles, u otros, comúnmente tolerables. Hiperacusia que ya antes había experimentado tanto durante las experiencias de desprendimiento astral (cuando el cuerpo bio-energético se separa del cuerpo físico) durante el sueño o producto de ejercicios energético-meditativos intencionales, así como durante los episodios de "sinusitis". Una nueva confirmación llegaba por medio de experimentos electrónicos donde, por medio de micrófonos y amplificadores de muy alta sensibilidad y ganancia, respectivamente, pude comprobar que, introduciendo un poco de ruido blanco de manera controlada, era posible captar sonidos mucho muy distantes. Fenómeno reportado igualmente por otros investigadores.
En fin que aunque todo esto continuaba tomando un profundo sentido, era evidente que mucho faltaba aun por hacerse. Yo tan solo podía atestiguar como la escucha reiterada de la grabación del 2008 iba entregando numerosas claves confirmatorias como si, una vez más, se me hubiera entregado un mensaje codificado para el futuro. Entre muchas otras se hacia referencia a, pirámides, la energía de las manos, la comunicación por medio de la telepatía, los portales ultradimensionales, etc., etc.. Igualmente producto de aquellas sesiones empezarían a serme entregados, como se me había anticipado, nombres de personas de diferentes partes del planeta vinculadas de una u otra forma con estas mismas áreas de investigación. Muchas de ellas con el común denominador de que, en particular en la década de los años 70´s, habían tenido peculiares y contundentes experiencias de contacto.
.:. Una confirmación definitiva:
En medio de todas aquellas experiencias y reflexiones producto de los meses de meditación con la pirámide, el mismo día de la entrada del Otoño del 2014 llegó a mi mente claramente la palabra "Telephatic receiver", misma que busqué en ingles como me había sido entregada.
Si bien mi acceso a Internet lo realizaba comúnmente por medio de palabras clave que me eran entregadas por aquellas voces-pensamiento. Palabras que al igual que los números son códigos asociados con el hemisferio racional o izquierdo. Desde hacía mucho tiempo prefería realizar la selección del material por sintonía intuitiva, es decir, llevando a cabo la selección por medio de los algoritmos asociados con el hemisferio derecho y que se encargan del reconocimiento de patrones visuales (y también auditivos) y que por lo mismo tienen una capacidad de decodificación integral y muchísimo más rápida que la que se puede obtener por medio de la vía racional o de la palabra solamente. Por lo mismo entré a la modalidad de imágenes en el navegador y, para mi sorpresa, entre ellas se encontraba la imagen del video que apareciera meses atrás, aquella madrugada.
Accedí a la página correspondiente y me encontré con la referencia de un documento escrito en 1995 y publicado apenas en 2010 por Daniela Giordano (cuyas iniciales aparecen en el dibujo según me daría cuenta posteriormente) y Jan Payak titulado "Story of one pyramid".
Para mi sorpresa, en el capítulo B del mismo me encontraría con un texto escrito por la propia Daniela, una bella actriz de los 70´s ahora retirada, originaria de la ciudad de Palermo en la isla de Sicilia (una vez más la constante Italiana en medio de todo esto), aparentemente sin ningún tipo de conocimiento técnico pero evidentemente dotada de una profunda conexión intuitiva. Allí ella narraba muy similares experiencias a las que yo había estado viviendo durante todo el 2014 y que a ella la llevaron igualmente a construir una pequeña pirámide transparente cuyo diseño le fue entregado el año 1978 por un ser, como el representado en el dibujo, quien una noche se le presentó a mitad de "un sueño" y le explicó detalles técnicos sobre la construcción de la misma.
Daniela menciona que en algún momento de sus avances, al no lograr el efecto de luminosidad que se le había mostrado, recurrió a algunas personas con conocimientos técnicos para que le ayudaran, entre ellos a un ingeniero aero-espacial interesado en la "vimanica-shastra" (antiguo tratado indú que forma parte de los textos sagrados vedas y que trata sobre las vimanas, vaimanas o vailixi, nombre este último con el que igualmente denominaban los atlantes a las naves voladoras) quien le aporta información clave misma que, a pesar de la sensibilidad de ella, no logra incorporar en el diseño.
Posteriormente Daniela entra en contacto con Jan, un doctor en electrónica de Nueva Zelanda que había estado trabajando en el desarrollo de un receptor telepático. Sin embargo, aunque aparentemente pareciera que incluso juntos no logran alcanzar el objetivo buscado, años después ambos compartirían con el mundo la historia que apenas ahora yo encontraba, ¿o ella a mi?.
Profundas reflexiones pueden encontrarse en la parte del artículo escrito por él. Entre ellas sobre el hecho de que si es posible de que más allá del método científico, dirigido por la vía racional, pudiera ser posible obtener algún tipo de guía Superior, e igualmente se plantea la pregunta al respecto de que si esta guía pudiera estar influyendo simultáneamente en la consciencia de diferentes personas en diversos puntos del planeta con el propósito de llevarlas a un mismo fin.
Incluso cabría preguntarse si esas consciencias pudieran estar intentando influir de forma permanente desde más allá del tiempo, igualmente ilusorio, como el espacio. Siendo tan solo "la consciencia receptora" quien define el momento del encuentro.
Por mi parte tan solo puedo afirmar que pareciera existir abundante evidencia de que, tan solo como uno de entre tantos otros ejemplos, de manera similar fueron entregadas a la humanidad, los pasados siglos, las tecnologías actualmente utilizadas para la comunicación.
¿Acaso estamos siendo testigos de métodos alternos de comunicación para el intercambio de formas-pensamiento Superiores tendientes a el re-despertar de muy antiguas tecnologías que pueden traer nuevamente una era dorada para la humanidad, mismas que permitirán trascender las fronteras hacia un pacífico reencuentro con hermandades de diversas razas cósmicas?
¿Es posible reactivar esa forma alternativa de comunicación a nivel global por medio de una red integrada por la totalidad de las grandes pirámides planetarias?
¿Es tan solo producto del miedo irracional o del dogmatismo académico, o existen grandes intereses "terrestres" empeñados en sostener una agenda secreta dedicada a impedir a toda costa tanto la restauración y con ello la reactivación de las zonas energéticas piramidales del planeta, así como de evitar la salida a la luz de la Historia verdadera de la humanidad y las grandes tecnologías del pasado, favoreciendo solo el desarrollo de determinadas versiones así como de tecnologías de aplicación militar con el fin de bloquear un potencial despertar colectivo a través del control mental, entre otros medios (miedos)?
"El Naviero Astral azul demostrará la existencia de Dios con arduo
empeño, pues el hombre le habrá olvidado por el oro.
En presencia real, el Naviero hablará en forma telepática del grande Universo, de planetas y hombres superiores,
de civilizaciones asombrantes y dirá: "¡Todo es obra de Dios!".
El Naviero con empeño recalcará: "TODO ES OBRA DE DIOS",
como tú lo eres, hombre Terreno. Abandona ya el "fetichismo",
el afán de nuevos dioses, de nuevos conductores y de religiones nuevas; pues no serán. ¡Aprende a ser de Dios... y serás!"
como tú lo eres, hombre Terreno. Abandona ya el "fetichismo",
el afán de nuevos dioses, de nuevos conductores y de religiones nuevas; pues no serán. ¡Aprende a ser de Dios... y serás!"
“Ha recaído en esta generación el deber de asistir a estos hermanos residentes en las estrellas a transformar la tierra”
“Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo
"Mulga Koldas"
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