El Universo Holográfico:
A diferencia de lo que muchas personas creen hoy día, la concepción de una realidad total no es moderna, sino que viene de una muy antigua cosmovisión que igualmente ha influido en las diferentes elevadas civilizaciones del pasado y en la totalidad del planeta, aun cuando ello ha sido olvidado casi completamente por la mayoría.
En la cultura occidental, debido a la fuerte influencia heredada de la cultura helénica que igualmente la alcanzó haciéndose merecedora de una ancestral y hasta atemporal herencia, es común la referencia a la palabra griega ὅλος [hólos] a la que se le atribuye el significado: todo, entero o total.
Más allá de las palabras para denominarlo, lo que nos interesa es reflexionar sobre las implicaciones de acceder a una realidad con una conceptualización tal.
La cosmovisión de Universo Holográfico implica que TODO punto del Universo, es decir cualquiera, contiene la totalidad de la información de TODO EL UNIVERSO y ello para todo (cualquier) tiempo.
Acceder al nivel de consciencia donde la realidad es Holográfica, no como mera posibilidad intelectual sino como experiencia vivencial, implica entonces que se ha logrado alcanzar una consciencia unificada donde se han trascendido las ilusiones de la dualidad, entre ellas las del espacio y del tiempo, y alcanzado un estado real verdaderamente, y con ello una consciencia omnisciente y omnipresente.
Esa consciencia de Unidad, Holística u Holográfica se encuentra igualmente vinculada con el estado de iluminación donde se alcanza la comprensión de que "todo lo que veo soy yo mismo" y que por tanto la totalidad del conocimiento está dentro de nuestro propio ser pues afuera no hay nada. Ello hace posible alcanzar la maestría interna que permite acceder a la totalidad del conocimiento que finalmente es tan solo autoconocimiento. De allí la máxima "conócete a ti mismo y conocerás al Universo".
Cabe reflexionar en este punto que si bien la denominación de Universo Holográfico es actualmente difundida y aceptada, de hecho es una redundancia pues en si mismo el concepto de Universo ya tiene implícito el concepto de totalidad, es decir, es una palabra surgida de una cosmovisión de consciencia unificada. Basta pues con tener presente lo anterior y recuperar el sentido profundo que existe de forma inherente en la palabra UNIverso.
Cabe reflexionar en este punto que si bien la denominación de Universo Holográfico es actualmente difundida y aceptada, de hecho es una redundancia pues en si mismo el concepto de Universo ya tiene implícito el concepto de totalidad, es decir, es una palabra surgida de una cosmovisión de consciencia unificada. Basta pues con tener presente lo anterior y recuperar el sentido profundo que existe de forma inherente en la palabra UNIverso.
El Holismo filosófico y la Ciencia:
Por definición una ciencia como la física, por ejemplo, de hecho no puede acceder a ese nivel Holístico en el sentido más profundo pues su objeto formal de estudio en si mismo es el espacio-tiempo y sus dinámicas, así solo la llamada metafísica, que estudia los mecanismos subyacentes (y más reales) que trascienden la ilusión, puede acceder, desde ese superior estado de consciencia a fenómenos donde por su propio método, la física queda atrapada en "la nada", sin respuestas.
Así la cosmología contemporánea, positivista, busca de forma obsesiva asomarse un poco más a la pregunta última y más fundamental, pero limitada a la aproximáción asintótica, del instante del nacimiento del Universo, pero tan solo en su manisfestación material, dejando de lado la cuestión del ser más trascendente y profunda, que repercute en cualquier escala cósmica, desde la macro hasta la micro, la humana incluida y que por lo mismo solo cuando esta se responde, puede decirse que se tiene verdaderamente un modelo del Universo. Esa profunda pregunta de naturaleza ontológica es:
Pregunta que lleva implícita la interrogante sobre si ¿Siempre ha estado y estará allí sin jamás desaparecer su manifestación material?, y que tanto a escala humana como en el resto de la naturaleza pareciera encontrar evidentes y claras respuestas por medio de los ciclos. Entonces, si el mismo fue creado, ello implica necesariamente la existencia de un orden total de consciencia superior, suyacente atemporal y trascendente manifestado en la materialidad temporal percibida. Principio creador Universal, que ha sido denominado con incontables nombres según las diferentes culturas, y al que algunos llaman Dios.
Para esa tan fundamental pregunta, la posibilidad de que la totalidad material manifestada pueda surgir de la plenitud atemporal e inmaterial donde aparentemente nada existe y a la que TODO regresa, representa un "vació" que aterroriza a la física surgida del efímero ego material, evitándola por no satisfacer a su propio positivismo compulsivo, a pesar de que reiteradamente nos han afirmado los más grandes maestros espirituales de la humanidad que es precisamente en esa nada aparente, ocultada por la invisibilidad del supremo principio de creación Universal, donde se encuentran las más profundas y trascendentes respuestas. Un vacío que, paradojicamente, la propia física contemporanea reconoce contiene ingentes cantidades de energía potencialmente creadora. El inconsciente colectivo mismo.
Vemos pues una limitación intrínseca fundamental del actualmente tan aclamado "método científico" que empleado como pilar, tanto en la física como en el resto de las ciencias materialistas, las vuelve incapaces de elevarse a la Verdad Superior debido a su propio positivismo cargado de escepticismo justificado en aras de una ilusoria objetividad racional.
La discontinuidad de lo infinito
Así la cosmología contemporánea, positivista, busca de forma obsesiva asomarse un poco más a la pregunta última y más fundamental, pero limitada a la aproximáción asintótica, del instante del nacimiento del Universo, pero tan solo en su manisfestación material, dejando de lado la cuestión del ser más trascendente y profunda, que repercute en cualquier escala cósmica, desde la macro hasta la micro, la humana incluida y que por lo mismo solo cuando esta se responde, puede decirse que se tiene verdaderamente un modelo del Universo. Esa profunda pregunta de naturaleza ontológica es:
¿De donde surge el Universo?.
Pregunta que lleva implícita la interrogante sobre si ¿Siempre ha estado y estará allí sin jamás desaparecer su manifestación material?, y que tanto a escala humana como en el resto de la naturaleza pareciera encontrar evidentes y claras respuestas por medio de los ciclos. Entonces, si el mismo fue creado, ello implica necesariamente la existencia de un orden total de consciencia superior, suyacente atemporal y trascendente manifestado en la materialidad temporal percibida. Principio creador Universal, que ha sido denominado con incontables nombres según las diferentes culturas, y al que algunos llaman Dios.
Para esa tan fundamental pregunta, la posibilidad de que la totalidad material manifestada pueda surgir de la plenitud atemporal e inmaterial donde aparentemente nada existe y a la que TODO regresa, representa un "vació" que aterroriza a la física surgida del efímero ego material, evitándola por no satisfacer a su propio positivismo compulsivo, a pesar de que reiteradamente nos han afirmado los más grandes maestros espirituales de la humanidad que es precisamente en esa nada aparente, ocultada por la invisibilidad del supremo principio de creación Universal, donde se encuentran las más profundas y trascendentes respuestas. Un vacío que, paradojicamente, la propia física contemporanea reconoce contiene ingentes cantidades de energía potencialmente creadora. El inconsciente colectivo mismo.
Vemos pues una limitación intrínseca fundamental del actualmente tan aclamado "método científico" que empleado como pilar, tanto en la física como en el resto de las ciencias materialistas, las vuelve incapaces de elevarse a la Verdad Superior debido a su propio positivismo cargado de escepticismo justificado en aras de una ilusoria objetividad racional.
Aquello que trasciende al espacio-tiempo, trasciende a la confirmación experimental tan fundamentalmente razonable para el método científico. Solo una consciencia superior, unificada puede incluir en su experiencia fenómenos intuitivos (ab-zurdos o separados del hemisferio izquierdo cerebral, palabra surgida igualmente de la perspectiva materialista de la mente) es decir ajenos a la razón y su proceso, lo razonable. Solo lo absurdo puede incluir aquella parte de la totalidad que solo puede ser percibida por medio de "la fe". Tan solo la intuición y la razón unidas permiten una cosmovisión total o unificada, es decir, el acceso vivencial al Universo.
Dada la anterior limitación las ciencias (con minúscula) ilusoriamente parecen avanzar en el tiempo y aproximarse muy lentamente a Verdades Superiores, inmutables y eternas. Siendo la consciencia paradojicamente, el ingrediente inconsciente (no reconocido y por tanto de repercusiones fundamentales y no valoradas) del investigador que aplica o intenta aplicar el riguroso "método científico", intentando conocer un ilusorio afuera sin detenerse antes a intentar conocerse a si mismo.
Así la ciencia pasa a ser un acto no tan objetivo y exacto como se pretende creer y afirmar sin mayor cuestionamiento. Esa objetividad solo es accesible para una Ciencia (con mayúscula), Superior y Unificada, que solo puede ser alcanzada por medio de una consciencia en igualdad de nivel. Así nuestra mente fragmentada no puede acceder ni dar origen a una Ciencia Total u Holística en el más amplio sentido, sino a ciencias en apariencia diversas y fragmentadas que parecen responder a múltiples interrogantes pero sin llegar a responder verdaderamente con una Única respuesta Superior a una sola, última y trascendente interrogante. La del origen y destino final del Universo y del ser y el propósito último de la manifestación temporal que llamamos vida. Tema vetados por principio para la física pero objetos formales de la metafísica y la ontología.
Entre incontables ejemplos de la sabiduría perenne, Platón en su profunda alegoría de la caverna, nos habla sobre el hecho de que la aparente realidad material de los fenómenos del espacio-tiempo, es solo la ilusoria sombra de algo que ocurre "afuera" de la caverna, un afuera que corresponde a esa realidad Superior y Verdadera donde ocurre realmente la realidad última y trascendente, origen último y fuente.
Entre incontables ejemplos de la sabiduría perenne, Platón en su profunda alegoría de la caverna, nos habla sobre el hecho de que la aparente realidad material de los fenómenos del espacio-tiempo, es solo la ilusoria sombra de algo que ocurre "afuera" de la caverna, un afuera que corresponde a esa realidad Superior y Verdadera donde ocurre realmente la realidad última y trascendente, origen último y fuente.
Así intentando al menos algo de humildad, reconociendo las anteriores limitaciones, tratemos pues de explorar algunas de esas difusas sombras que son solo pálido y fragmentado reflejo de esa Totalidad plasmada en nuestra ilusoria temporalidad espacial pero al menos tratando de tener presente esa realidad Superior que es como ya se dijo, la verdadera fuente.
El espacio-tiempo desde una perspectiva trascendente
Más allá del paradigma de intercambio de información por medio de ondas:
Desde la perspectiva del pensamiento científico de ciencias como la física, atrapada por método como ya se dijo, en las ilusiones del espacio-tiempo. El concepto de onda parece ser la explicación natural y hasta única posible. Existe el espacio, como parecen demostrarlo de manera contundente los sentidos, y parece existir sin duda un tiempo. Un tiempo percibido que da sentido al concepto de velocidad de propagación, y un espacio que nos habla de longitudes de onda, todo muy razonable.
Pero ¿y si existiera una forma diferente de ver las cosas surgida de una nueva consciencia, podríamos acceder entonces a Ciencia y tecnologías Superiores?.
Regresemos a ese concepto de cosmos holográfico o Universo donde el todo y las partes son Uno y lo mismo. Desde esa perspectiva no parece tan extraña la idea de que pudiera existir una comunicación instantánea, pues la anterior perspectiva trasciende la mencionada ilusión de espacio y por tanto de tiempo.
Intentaremos vincular las anteriores consideraciones con nuestras investigaciones sobre Transcomunicaión Interdimensional, a fin de darles fundamento.
Más adelante se muestran, a la izquierda, el diagrama de un micrófono del llamado tipo "electret" de uso generalizado hoy día, y a la derecha el circuito general de un detector de ondas gravitacionales (GWD) según ha dado en denominarlo Gregory Hodowanec. Podemos observar que para ambos el elemento común y central es un capacitor o condensador eléctrico.
En el primer caso la explicación comúnmente aceptada sin cuestionamiento es que el sonido se propaga por medio de ondas sonoras (de presión) en el espacio, las cuales eventualmente impactan sobre una de las placas metalizadas que constituyen al capacitor del esquema. Dicha presión sobre el área de la placa produce una fuerza que la deforma modificando su valor de capacitancia que depende, entre otras variables, de la distancia de separación entre las placas. La variación del valor de la capacitancia debida a las deformaciones proporcionales a la intensidad del sonido provocan a su vez, dada la carga acumulada, un cambio en la diferencia de potencial (voltaje) entre las placas del condensador, lo cual, igualmente controla de manera proporcional (por medio del transistor de efecto de campo) la corriente que circula por la resistencia de polarización, cuya caída de potencial igualmente proporcional (regida por la Ley de Ohm) corresponde a la señal de salida de audio. La alta sensibilidad y simplicidad de este tipo de micrófonos es debida a la muy elevada impedancia de entrada en la compuerta del tipo de transistor utilizado que actúa como amplificador. Hasta aquí pareciera no haber nada novedoso ni particularmente interesante asociado al sonido y su captación por medio del micrófono o transductor electroacústico capacitivo, como se le denomina de manera general. ¿O acaso el sonido guarda aun algunos secretos?.
Pasemos ahora al caso del diagrama general del denominado detector de ondas gravitacionales. Michael Faraday, considerado uno de "los padres" de la electricidad y que en reconocimiento a ello su apellido da nombre a la unidad de medida de la capacidad eléctrica, consideraba ya desde el siglo XIX, que existía una relación fundamental entre la capacidad eléctrica y la gravedad. Una vanguardista perspectiva, incluso hasta hoy día confirmada por diversos investigadores posteriores que han explorado la relación entre la carga eléctrica y la antigravedad (por ejemplo el llamado efecto Biefeld–Brown). ¿Perspectivas acaso intencionalmente sepultadas para la consciencia colectiva, como las de el æther y el orgón?.
Intentando recuperar esas ideas, el investigador Gregory Hodonawec ha venido realizando modestos experimentos de manera independiente, desde hace varias décadas, por medio de configuraciones como la mostrada (o ligeras variantes alrededor del mismo núcleo fundamental donde los amplificadores operacionales juegan un papel central en la eliminación de ruidos indeseados para la recuperación de información significativa), con los cuales afirma estar siendo capaz de detectar señales incluso inteligentes, provenientes de distantes puntos del Universo, escondidas en medio de "el ruido", entre ellos los conocidos como “1/f or flicker noise” y la llamada "radiación de fondo de micro ondas" atribuida a la supuesta Gran Explosión o "Big Bang" que se afirma dio origen al Universo. "Ruido" que Hodonawec sugiere realmente tiene su origen en las ondas de gravedad y que las mismas se propagan practica mente de manera instantánea (Δt = tiempo de Planck ≈ 5.4E−44 segs.), a pesar de las supuestamente enormes distancias involucradas. Las anteriores afirmaciones, de ser verdaderas, obligarían a un profundo replanteamiento de los paradigmas aceptados que dan sustento a la cosmología contemporanea, pero sirven ya como sustento de su propio modelo que el denomina "Rhysmonic Cosmology".
Los sonidos del silencio y el Universo
Las afirmaciones de Hodonawec parecen compatibles con nuestros propios hallazgos pero obtenidos por medio de la Transcomunicación Piramidal Interdimensional basada en nuestra tecnología vorticial denominada VET (Vortex Effect Transistor) capaz de interactuar con la energía bio-cosmica y, por lo mismo, las explicaciones de los fenómenos difieren radicalmente. En su caso, aun cuando sus resultados experimentales parecen muy significativos, estos siguen siendo explicados por medio del paradigma físico "de ondas" e involucran conceptos de el tiempo y el espacio, mientras que en nuestro caso tenemos reiteradas confirmaciones de fenómenos que solo podríamos explicar por medio de modelos donde se incluyan mecanismos trascendentes a los mismos.
Continuemos por ahora con algunos resultados aparentemente de frontera aunque en la misma perspectiva, antes de intentar ir más lejos.
El sueño de Marconi:
Aun cuando la figura de Guillermo Marconi como "inventor de la radio" ya no puede sostenerse en la actualidad, al menos para los entendidos en la materia, este sigue siendo un icono y por lo mismo un referente para muchos, de modo que su ejemplo nos será útil. Se afirma que el "inventor" italiano, ya famoso por su patente, en el año de 1929 declaró estar interesado en "captar los sonidos del pasado", como por ejemplo las palabras de Cristo pronunciadas milenios atrás, anhelo conocido actualmente como "el sueño de Marconi". Sueño que, aunque de forma controvertida, pareciera haber sido ya superado en décadas recientes por medio del llamado CRONOVISOR y por otros investigadores, italianos igualmente, uno de ellos el padre Ernetti (ver electromediumnidad). Dispositivo sobre el cual nos ocuparemos más adelante intentando explorar más profundamente los secretos del espacio y del tiempo.
Desde la ya mencionada perspectiva científica, la ondas de cualquier tipo que son producidas en el espacio-tiempo, entre ellas las sonoras, no se extinguen totalmente, sino que solo se van atenuando en intensidad. Afirmación sobre la cual pareciera existir cuantiosa evidencia, como la ya antes mencionada, y entre ella los experimentos del Doctor Miguel Molina de la Facultad de Bellas Artes de la Politécnica de Valencia quien, utilizando micrófonos ultrasensibles de última tecnología, afirma haber sido capaz de grabar sonidos de hechos ocurridos hasta 30 segundos en "el pasado". Frontera que otros grupos, replicando su metodología, han logrado extender ya hasta el doble de tiempo.
Incluso desde la perspectiva física común pareciera facilmente explicable el hecho de que es completamente análoga la dificultad de realizar el registro de un evento cercano en el espacio cuyas ondas se han atenuado por el paso del tiempo a la de realizar el registro de un evento mucho muy lejano ocurrido "en el presente". Una confirmación de lo anterior sería el hecho de que en Julio de 1994, cuando se dio el impacto del cometa Shumaker-Levy con Júpiter, Dave Lawton afirmó haber sido capaz de registrar "sonidos" del mismo por medio de una simple versión modificada del GWD de Hodonawec.
No puedo menos que invitar a la reflexión ante las nuevas posibilidades, incluso tecnologícas que pueden surgir basadas, no en equipos más y más costosos y más y más complejos producto de la aplicación repetitiva de los mismos viejos paradigmas como conviene a ciertos intereses, sino por medio de mucho muy simples dispositivos y hasta más allá de ellos, pero surgidos de una nueva consciencia y su correspondiente modelo del Universo. Consciencia superior radicalmente apartada de las formas de pensamiento vigentes en el presente y que, en todos los tiempos, ha impulsado a aquellos llamados a ser pioneros.
En contraste con la casi ridícula sencillez y bajo costo involucrado en un ejemplo como el anterior, me siento obligado a compartir la siguiente anécdota personal asociada a los mismos eventos. El año señalado, tan solo alrededor de una decena de observatorios en el mundo fueron capaces de registrar dichas colisiones, en vídeo al menos, entre ellos el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México donde laboraba. Ello fue posible gracias a un concesión muy especial pues, sincronicamente, nuestro país era reciente miembro del Tratado de Libre Comercio (TLC o NAFTA) con Canadá y los Estados Unidos de América, por lo que, después de muchas negociaciones, como gesto de buena voluntad y a través de permisos muy especiales de parte del gobierno, fue autorizada la venta e importación, con fines científicos, de un componente desarrollado por la división electro-óptica de Rockwell International (actualmente DRS Technologies), consistente en un detector de imagen infrarroja de última generación (NICMOS 3), con un costo superior a los $100,000.00 USD, según recuerdo. Dispositivo al menos en ese entonces clasificado para uso militar y por tanto con un contrato de confidencialidad y una muy larga lista de países con prohibición expresa de cualquier tipo de transferencia al respecto de la totalidad o incluso parte de la tecnología involucrada.
El mencionado dispositivo nos fue entregado "en mano" en medio de una larga gira por diversos observatorios y universidades de los Estados Unidos a los que fuimos invitados, entre los cuales se encontraban Palomar Observatory en San Diego County, California, Mount Graham International Observatory (MGIO) y Kitt Peak National Observatory (KPNO) en Arizona, y la Universidad de Massachusetts en Amherst (UMass), a fin de intercambiar con colegas (físicos e ingenieros) vinculados al desarrollo de aplicaciones con fines astronómicas basadas en dicho detector para, a su vez a nuestro regreso, trabajar con el resto de los integrantes del departamento de instrumentación del que formábamos parte, en el diseño y fabricación mécánico, y ópto-electrónico de la cámara infrarroja que, algunos meses después, registraría los mencionados impactos al planeta Júpiter, por medio del Telescopio Óptico de 2 mts de diámetro del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de San Padro Martir en Baja California Norte.
Proyectos involucrando presupuestos con cifras astronómicas, literalmente. Como el anterior, u otros mucho mayores como los grandes telescopios y radiotelescopios de vanguardia con costos de decenas y hasta centenares de millones de dólares y destinados no a siempre a la busqueda de respuestas tendientes hacia el encuentro con la hermandad Universal sino a las "guerras de galaxias", o bien los costosísimos proyectos multinacionales de aceleradores de partículas cada vez más y más poderosos para fragmentar más y más el átomo por definición indivisible, sin llegar verdaderamente al origen último del microcosmos, y hasta aquellos supuestamente destinados a desentrañar los misterios de la vida pero solo desde la predominante perspectiva material del DNA que nos mecaniza dejando de lado la perspectiva sagrada de la existencia, entre tantos otros proyectos científicos contemporáneos considerados de gran importancia, pero dentro de la misma ilusión no trascendente del espacio-tiempo, como pareciera convenir a un sistema establecido que pretende mantenernos controlados dentro de la materialidad evitando el encuentro con el ser. Intentando supuestamente hacernos creer que solo por medio de esos caros y complejos proyectos y modelos es que será posible desentrañar el macro y el micro cosmos pero siempre de forma fragmentada o inconexa a pesar de los, muchas veces bien intencionados ocasionales intentos de multi e inter diciplinaridad, pero alejados de la profunda cosmovisión de la Con-Ciencia Holística con la cual se afirma no es necesario tener tanto ni ir a ningún lado pues TODO el Universo está en cada punto y por lo mismo al alcance de nuestras manos en todas sus escalas, como dan fe los grandes místicos de las diferentes tradiciones espirituales de todos los pueblos y a lo largo de los tiempos. Espíritu del que igualmente se han nutrido, al menos parcialmente, lo más grandes sabios, filósofos y científicos de todos los tiempos.
¿A donde es necesario ir, o que es necesario hacer cuando se alcanza dicha consciencia. Acaso cuando esta se ha alcanzado se es capaz de acceder a la TOTALIDAD de los secretos del cosmos, e ir más allá de la ilusiones del espacio y del tiempo?.
Aunque quizá no de manera totalmente clara aun, pareciera intuirse ya que quizá existe un vínculo común asociado a todos los ejemplos mencionados anteriormente. Intentaremos ahora ir mucho más allá.
El Akasha:
Si bien para la ciencia y sus seguidores la recuperación de la información que trasciende el tiempo presente parece a lo más una elusiva frontera que promete ser factible de extenderse poco a poco, algún día, para quienes tienen desarrolladas facultades producto de un estado de consciencia superior, no racional ni materialista, esos hechos parecieran o bien frecuentes o al menos excepcionales pero profundamente reales.
Descartando los casos de farsantes e imitadores que persiguen intereses de beneficio personal como el prestigio u otras ganancias materiales, y que existen en todas las áreas de la actividad humana, incluso en las ciencias, hay evidencia de incontables casos de personas con capacidades de percepción que sienten, escuchan o ven lo que es imperceptible para otros. Personas capaces por ejemplo de "percibir" personas fallecidas o eventos acontecidos años, décadas e incluso mucho más atrás. Así como eventos en el futuro cercano y lejano.
Estas personas son conocidas con diversos nombres, entre ellos: Sensitivos, clariaudientes, videntes o clarividentes, psíquicos, etc., según la modalidad y alcance de su sensibilidad.
¿Y si lo que ocurriera fuera que todo fenómeno "observable" fuera tan solo una manifestación en la ilusión espacio-temporal que nosotros comúnmente tomamos como realidad, y que la anterior tuviera su origen en una realidad atemporal trascendente?.
Entonces en cualquier momento de la ilusión del espacio tiempo sería posible "recuperar" la información del ilusorio pasado ¿o acaso incluso del futuro o posible futuro?.
De ser así sería como si ese fenómeno "ondulatorio" que percibimos en nuestra ilusoria realidad espacio-temporal y que pareciera extinguirse, solo se "aleja" o "desconecta" de la realidad trascendente que la sostiene y produce su manifestación. Y que pasado el momento parece irse atenuando dejando tan solo débiles ecos en el espacio tiempo. Según nuestras propias investigaciones y hasta vivencias personales, el vínculo dimensional de manifestación ocurre por medio de la vorticidad, que sirve de enlace fundamental entre nuestra realidad percibida en nuestro presente y el plano atemporal donde coexiste vibrante la totalidad.
Desde esta perspectiva lo que conocemos como vida sería una ilusión, una sombra, de esa nada que tememos comúnmente y que llamamos "la muerte", y que los sabios toltecas reconocen como el cuarto enemigo del hombre de conocimiento. Muerte cuyos secretos solo pueden ser desvelados por medio de la iniciación y que es más real y trascendente que nuestra aparentemente sólida ilusión. Vistos desde esta perspectiva, Los momentos de la historia que parecen atenuarse y disolverse en el tiempo, serían ecos de la eternidad.
Ese plano de realidad trascendente donde ocurren verdaderamente los fenómenos cuyas sombras son percibidas en la ilusión del espacio-tiempo ha recibido diversos nombres según las diferentes culturas. Los sabios y místicos indues le han denominado, el Akasha.
Las voces del navazzamin:
Existen recintos donde es posible escuchar el silencio más profundamente, un silencio que todas las culturas ancestrales del planeta asocian con lo sagrado, entre ellos los Olmecas de México, quienes lo consideran instrumento supremo de automaestría.
Uno de esos recintos, que si bien no es usado con fines espirituales ni de elevación de consciencia, es la llamada cámara anecóica, supuestamente diseñada solo desde la perspectiva de la física y sin mayor pretensión de trascender el paradigma contemporáneo de "las ondas", sino totalmente basado en el mismo. Curiosamente las paredes de dichas cámaras están recubiertas de materiales blandos de formas triangulares (y muchos de ellos incluso piramidales con base cuadrada) a fin de "absorber" los sonidos y evitando su reflejo. Es un hecho reconocido que el silencio que puede alcanzarse en una cámara anecoica puede ser tan profundo que una persona común como por ejemplo, un investigador científico, sin una búsqueda en el camino del autoconocimiento o la consciencia, comúnmente es incapaz de soportar siquiera una hora completa dentro de tales cámaras sin sentirse angustiado o "que se está volviendo loco". Ni que decir sobre lo que ocurre dentro de un milenario y ancestral espacio sagrado diseñado exprofesamente para ser utilizado como recinto para la elevación de la consciencia por medio del silencio, como ocurre por ejemplo con las cámaras interiores de las grandes pirámides del planeta.
Es por medio de esas cámaras anecoicas, comúnmente utilizadas para llevar a cabo experimentos físicos asociados con el sonido (acústicos), que se ha logrado aumentar el tiempo de los 30 segundos alcanzado en los ya mencionados experimentos del Dr. Molina. Dado lo anterior cabe preguntarse.
¿Que sonidos o voces conforman el ruido constante que normalmente escuchamos de fondo?, ese que se exalta sobre todo por las noches cuando se adormecen los ruidos diurnos. ¿Que voces de "mas allá del tiempo y del espacio" guardan esos leves susurros que como tanto se afirma, solo pueden ser escuchados por medio del silencio, mismo que hace posible acceder a conocimientos y consciencias superiores.? (ver electromediumnidad y æterofonía)
Pareciera que tanto a nivel electrómagnetico como sonoro o auditivo, la "radiación de fondo" resguardara ecos del ilusorio paso del tiempo en el igualmente ilusorio espacio. "Radiación de fondo" tan intrigante que la actual radioastronomía no duda en reconocer como guardiana de la historia misma del universo, pero sin concebir siquiera que quizá esa historia sea mucho más profunda que lo que hoy día somos capaces incluso de imaginar.
Las grandes tradiciones espirituales afirman que el ser al dejar de habitar un cuerpo físico terrestre, según logra liberarse del peso de las ataduras o apegos producto de las formas pensamiento, logra alcanzar diversos niveles evolutivos en su regreso al reino al que los antiguos atlantes denominaban el navaz. Planos astrales, en donde existen planetas con vidas en algunos aspectos muy similares a las existentes en el nuestro (que nosotros llamamos tierra), aunque con diferentes grados de evolución cada uno de ellos.
Las imágenes del pasado:
Si bien algunos han argumentado que el mencionado CRONOVISOR del padre Ernetti, al igual que muchos otros hechos interesantes pero fuera de la ortodoxia de "la ciencia" académica, es tan solo un engaño o bien producto de la ficción o mera "leyenda urbana", de hecho la cronovisión o capacidad de ver imágenes del pasado es una realidad cotidiana y aceptada incluso dentro del propio paradigma de la física contemporánea, sin intentar entrar en mayores detalles de proyectos militares ultra secretos que supuestamente existen, como el Pegasus de visión remota del Instituto Farsight.
Para la astrofísica contemporánea es un hecho aceptado que dada la limitación en la velocidad de propagación de la luz en el vacío (límite de velocidad que cada vez es más y más cuestionado incluso dentro de la misma física), el cielo que contemplamos no corresponde al presente, sino que de hecho cualquier telescopio eletromagnético (óptico, de radio u otras bandas), e incluso nuestros propios ojos, contemplan al cielo como era en el pasado, desde algunos minutos hasta incluso muchos miles de años atrás. Así, sin intentar ir más allá de la perspectiva del paradigma de la física contemporánea, podríamos afirmar lo siguiente:
Teorema fundamental de la CRONOVISIÓN: Dada una ubicación cualquiera en el espacio, existe un lugar geométrico (que de hecho debería corresponder a una esfera si aceptamos como verdaderas las hipótesis de isotropía e infinitud del cosmos), tal que desde todo punto sobre su superficie, es posible "observar" eventos ocurridos en la ubicación dada, en cualquier instante del pasado.
Como ejemplo de la afirmación anterior tomemos como caso particular lo siguiente. Cualquier observador (un telescopio o radiotelescopio por ejemplo) ubicado "en este momento" en cualquier punto sobre una esfera de radio de digamos 2000 años luz de nuestro presente en la tierra, estaría "observando" como era nuestro planeta hace 2000 años. Igualmente según la física aceptada "las ondas" de la imagen de ese instante de la Tierra (al igual que cualquier otro instante) "sobreviven" y, aunque por considerarse radiales (esféricas) y por el comúnmente aceptado principio de conservación de la energía se explique el por que su intensidad se va atenuando según el inverso del cuadrado de la distancia recorrida, las mismas continúan viajando y expandiéndose por el Universo de manera infinita. Lo mismo ocurriría para cualquier punto del Universo, de modo que tecnologicamente, la CRONOVISION como concepto de hecho no solo es factible sino que aun con el actual paradigma científico contemporáneo del espacio y el tiempo, puede afirmarse que dicho fenómeno sucede de manera permanente y hasta puede explicarse facilmente, al menos para "el pasado".
Con los razonamientos anteriores, es claro que la perspectiva que es posible obtener desde cada punto del espacio debe ser distinta y correspondería a una de entre una infinidad de posibles cosmos o multiversos coexistentes, según el punto de observación, como ocurre con un holograma óptico. Mientras que la perspectiva de Universo, que implica unicidad, y que es por tanto total y simultanea, requiere por lo mismo, para ser percibida, de una consciencia superior y unificada, es decir de mecanismos que trascienden las ilusiones de la percepción.
La interferometría óptica y los multiversos:
Una hecho sobre la percepción visual vinculado a los modelos ondulatorios que siempre me ha intrigado y sobre la cual he intentado indagar e incluso he intentado compartir reflexiones, sin mucho éxito, entre otros con ex colegas especializados en el área de óptica, de pensamiento "académico u ortodoxo" del instituto de astrofísica de la universidad donde laboré casi dos décadas, es el siguiente.
Dado que parecen coexistir simultaneamente y de manera holográfica infinitas "esferas" (o planos) de imágenes provenientes de todo punto del Universo, como las del ejemplo anteriormente mencionado. ¿Acaso existen abruptas interferencias ópticas entre ellas que pudieran crear o modificar radicalmente la percepción visual, al menos en determinadas circunstancias, e incluso hasta manteniéndonos de manera permanente en una "realidad" individual decodificada por nuestro propio nivel de consciencia pero ilusoriamente colectivo?. ¿Acaso son esos mismos patrones de interferencias las que crean la ilusión del espacio-tiempo en nuestro decodificador mental y solo por medio de una consciencia superior, unificada y por lo mismo trascendente es que se pueden encontrar "las puertas" para acceder a esa "otras dimensiones", superiores igualmente?.
Derivado de mis años dedicados ya no a la ciencia, sino al intento de expandir, un poco al menos mi propia consciencia, innumerables experiencias tanto personales como descritas por diversos "videntes" a quienes he conocido me confirman que continuando tan solo con lo que podría denominarse la linea ortodoxa de pensamiento científico contemporáneo, pareciera que efectivamente, en ciertas condiciones y para algunas personas, existieran digamos "fenómenos de interferencias ondulatorias" que les permiten percibir realidades alternativas en el aparente continuum espacio-temporal dentro "holograma de la realidad" y que incluso personas ubicadas aparentemente en el mismo entorno son incapaces de percibir, tanto de tipo visual como auditivo. Sin embargo, el hecho de que comúnmente parecieran no existir dichas "discontinuidades" (constructivas o destructivas) explicables por medio de la interferencia de ondas, y sobre todo derivado de los diversos escritos de los grandes místicos y videntes de todos los tiempos, realmente debiéramos detenernos a reflexionar sobre lo que pudiera estar verdaderamente detrás del fenómeno de la escucha y la visión, que trascienden las perspectivas físicas de la acústica y la óptica, respectivamente.
La plenitud del vacío, el campo infinito de todas las posibilidades:
Una característica fundamental del vacío o la nada, es que es capaz de contener cualquier cosa. Un recipiente vacío puede contener cualquier líquido, igualmente sobre una hoja de papel en blanco sin nada escrito, puede escribirse o imprimirse cualquier cosa.
Esa nada entonces pareciera ser el infinito depósito trascendente desde donde se manifiesta la ilusoria materialidad en el espacio-tiempo, según la conciencia del observador, que dado lo anterior pasaría realmente a ser creador de la misma.
Eso significa que un ser que se manifiesta desde "el vacío", incluso como nosotros mismos lo hacemos al nacer, crea durante un ilusorio lapso de tiempo una realidad percibida por el mismo que considera "su vida" y que en lo más profundo es una experiencia totalmente individual con la ilusión de colectividad. Al retornar a el vació o a la nada, los seres regresarían a un nivel de coexistencia atemporal.
"Alimentación" energética que corresponde igualmente a la liberación de la dependencia que nos ha esclavizado a los llamados combustibles materiales (fósiles u otros) y que está vinculada con la expansión de consciencia de la humanidad hacia planos de existencia superiores regida por leyes metafísicas y espirituales, y nutrida por energías libres.
Es por medio de esos vórtices que, según el nivel de consciencia del "observador", se manifiestan diferentes realidades espacio-temporales. Una creación surgida de planos inmateriales negados sistematicamente por la ciencia materialista que ha privilegiado la perspectiva de la química material despreciando la superior de la alquimia, así como la astrofísica por sobre la antaño tan apreciada perspectiva astrológica vinculada igualmente con los efectos cósmicos sobre la consciencia y más aun, la de una salud determinada fatalmente por las leyes materiales de la genética y no regida por la consciencia superior capaz de obrar milagros.
Cuando la pletórica atemporalidad trascendente del "vacío" se manifiesta en la ilusión de la temporalidad es que se teje el entramado del espacio-tiempo. Esos vórtices portales sirven como puente de manifestación material entre dimensiones, interconectando potencialmente todo lugar y cualquier tiempo, pero surgiendo y confluyendo todos ellos en la nada, más allá del espacio-tiempo desde donde la unidad del todo, potencialmente, puede manifestarse dando origen a las diferentes dimensiones.
Vórtices que actuando como fuentes energéticas, manifiestan y dan sustento al girar de las actualmemente concebidas y denominadas "partículas elementales", entre las que se encuentran el llamado "electrón" y hasta el propio "átomo", fundamento del microcosmos y espejo infinitesimalmente pequeño de lo infinitamente grande, hasta planetas, estrellas y galaxias que conforman el macrocosmos, pasando por la escala humana donde siete de estos centros, sustentan los diversos planos de la vida, hasta la manifestación material de aquello que reconocemos como nuestro cuerpo físico.
.:.
El espacio-tiempo desde una perspectiva trascendente
Más allá del paradigma de intercambio de información por medio de ondas:
Desde la perspectiva del pensamiento científico de ciencias como la física, atrapada por método como ya se dijo, en las ilusiones del espacio-tiempo. El concepto de onda parece ser la explicación natural y hasta única posible. Existe el espacio, como parecen demostrarlo de manera contundente los sentidos, y parece existir sin duda un tiempo. Un tiempo percibido que da sentido al concepto de velocidad de propagación, y un espacio que nos habla de longitudes de onda, todo muy razonable.
Pero ¿y si existiera una forma diferente de ver las cosas surgida de una nueva consciencia, podríamos acceder entonces a Ciencia y tecnologías Superiores?.
Regresemos a ese concepto de cosmos holográfico o Universo donde el todo y las partes son Uno y lo mismo. Desde esa perspectiva no parece tan extraña la idea de que pudiera existir una comunicación instantánea, pues la anterior perspectiva trasciende la mencionada ilusión de espacio y por tanto de tiempo.
Intentaremos vincular las anteriores consideraciones con nuestras investigaciones sobre Transcomunicaión Interdimensional, a fin de darles fundamento.
Más adelante se muestran, a la izquierda, el diagrama de un micrófono del llamado tipo "electret" de uso generalizado hoy día, y a la derecha el circuito general de un detector de ondas gravitacionales (GWD) según ha dado en denominarlo Gregory Hodowanec. Podemos observar que para ambos el elemento común y central es un capacitor o condensador eléctrico.
En el primer caso la explicación comúnmente aceptada sin cuestionamiento es que el sonido se propaga por medio de ondas sonoras (de presión) en el espacio, las cuales eventualmente impactan sobre una de las placas metalizadas que constituyen al capacitor del esquema. Dicha presión sobre el área de la placa produce una fuerza que la deforma modificando su valor de capacitancia que depende, entre otras variables, de la distancia de separación entre las placas. La variación del valor de la capacitancia debida a las deformaciones proporcionales a la intensidad del sonido provocan a su vez, dada la carga acumulada, un cambio en la diferencia de potencial (voltaje) entre las placas del condensador, lo cual, igualmente controla de manera proporcional (por medio del transistor de efecto de campo) la corriente que circula por la resistencia de polarización, cuya caída de potencial igualmente proporcional (regida por la Ley de Ohm) corresponde a la señal de salida de audio. La alta sensibilidad y simplicidad de este tipo de micrófonos es debida a la muy elevada impedancia de entrada en la compuerta del tipo de transistor utilizado que actúa como amplificador. Hasta aquí pareciera no haber nada novedoso ni particularmente interesante asociado al sonido y su captación por medio del micrófono o transductor electroacústico capacitivo, como se le denomina de manera general. ¿O acaso el sonido guarda aun algunos secretos?.
Pasemos ahora al caso del diagrama general del denominado detector de ondas gravitacionales. Michael Faraday, considerado uno de "los padres" de la electricidad y que en reconocimiento a ello su apellido da nombre a la unidad de medida de la capacidad eléctrica, consideraba ya desde el siglo XIX, que existía una relación fundamental entre la capacidad eléctrica y la gravedad. Una vanguardista perspectiva, incluso hasta hoy día confirmada por diversos investigadores posteriores que han explorado la relación entre la carga eléctrica y la antigravedad (por ejemplo el llamado efecto Biefeld–Brown). ¿Perspectivas acaso intencionalmente sepultadas para la consciencia colectiva, como las de el æther y el orgón?.
Intentando recuperar esas ideas, el investigador Gregory Hodonawec ha venido realizando modestos experimentos de manera independiente, desde hace varias décadas, por medio de configuraciones como la mostrada (o ligeras variantes alrededor del mismo núcleo fundamental donde los amplificadores operacionales juegan un papel central en la eliminación de ruidos indeseados para la recuperación de información significativa), con los cuales afirma estar siendo capaz de detectar señales incluso inteligentes, provenientes de distantes puntos del Universo, escondidas en medio de "el ruido", entre ellos los conocidos como “1/f or flicker noise” y la llamada "radiación de fondo de micro ondas" atribuida a la supuesta Gran Explosión o "Big Bang" que se afirma dio origen al Universo. "Ruido" que Hodonawec sugiere realmente tiene su origen en las ondas de gravedad y que las mismas se propagan practica mente de manera instantánea (Δt = tiempo de Planck ≈ 5.4E−44 segs.), a pesar de las supuestamente enormes distancias involucradas. Las anteriores afirmaciones, de ser verdaderas, obligarían a un profundo replanteamiento de los paradigmas aceptados que dan sustento a la cosmología contemporanea, pero sirven ya como sustento de su propio modelo que el denomina "Rhysmonic Cosmology".
Los sonidos del silencio y el Universo
Las afirmaciones de Hodonawec parecen compatibles con nuestros propios hallazgos pero obtenidos por medio de la Transcomunicación Piramidal Interdimensional basada en nuestra tecnología vorticial denominada VET (Vortex Effect Transistor) capaz de interactuar con la energía bio-cosmica y, por lo mismo, las explicaciones de los fenómenos difieren radicalmente. En su caso, aun cuando sus resultados experimentales parecen muy significativos, estos siguen siendo explicados por medio del paradigma físico "de ondas" e involucran conceptos de el tiempo y el espacio, mientras que en nuestro caso tenemos reiteradas confirmaciones de fenómenos que solo podríamos explicar por medio de modelos donde se incluyan mecanismos trascendentes a los mismos.
Continuemos por ahora con algunos resultados aparentemente de frontera aunque en la misma perspectiva, antes de intentar ir más lejos.
El sueño de Marconi:
Aun cuando la figura de Guillermo Marconi como "inventor de la radio" ya no puede sostenerse en la actualidad, al menos para los entendidos en la materia, este sigue siendo un icono y por lo mismo un referente para muchos, de modo que su ejemplo nos será útil. Se afirma que el "inventor" italiano, ya famoso por su patente, en el año de 1929 declaró estar interesado en "captar los sonidos del pasado", como por ejemplo las palabras de Cristo pronunciadas milenios atrás, anhelo conocido actualmente como "el sueño de Marconi". Sueño que, aunque de forma controvertida, pareciera haber sido ya superado en décadas recientes por medio del llamado CRONOVISOR y por otros investigadores, italianos igualmente, uno de ellos el padre Ernetti (ver electromediumnidad). Dispositivo sobre el cual nos ocuparemos más adelante intentando explorar más profundamente los secretos del espacio y del tiempo.
Desde la ya mencionada perspectiva científica, la ondas de cualquier tipo que son producidas en el espacio-tiempo, entre ellas las sonoras, no se extinguen totalmente, sino que solo se van atenuando en intensidad. Afirmación sobre la cual pareciera existir cuantiosa evidencia, como la ya antes mencionada, y entre ella los experimentos del Doctor Miguel Molina de la Facultad de Bellas Artes de la Politécnica de Valencia quien, utilizando micrófonos ultrasensibles de última tecnología, afirma haber sido capaz de grabar sonidos de hechos ocurridos hasta 30 segundos en "el pasado". Frontera que otros grupos, replicando su metodología, han logrado extender ya hasta el doble de tiempo.
Incluso desde la perspectiva física común pareciera facilmente explicable el hecho de que es completamente análoga la dificultad de realizar el registro de un evento cercano en el espacio cuyas ondas se han atenuado por el paso del tiempo a la de realizar el registro de un evento mucho muy lejano ocurrido "en el presente". Una confirmación de lo anterior sería el hecho de que en Julio de 1994, cuando se dio el impacto del cometa Shumaker-Levy con Júpiter, Dave Lawton afirmó haber sido capaz de registrar "sonidos" del mismo por medio de una simple versión modificada del GWD de Hodonawec.
No puedo menos que invitar a la reflexión ante las nuevas posibilidades, incluso tecnologícas que pueden surgir basadas, no en equipos más y más costosos y más y más complejos producto de la aplicación repetitiva de los mismos viejos paradigmas como conviene a ciertos intereses, sino por medio de mucho muy simples dispositivos y hasta más allá de ellos, pero surgidos de una nueva consciencia y su correspondiente modelo del Universo. Consciencia superior radicalmente apartada de las formas de pensamiento vigentes en el presente y que, en todos los tiempos, ha impulsado a aquellos llamados a ser pioneros.
En contraste con la casi ridícula sencillez y bajo costo involucrado en un ejemplo como el anterior, me siento obligado a compartir la siguiente anécdota personal asociada a los mismos eventos. El año señalado, tan solo alrededor de una decena de observatorios en el mundo fueron capaces de registrar dichas colisiones, en vídeo al menos, entre ellos el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México donde laboraba. Ello fue posible gracias a un concesión muy especial pues, sincronicamente, nuestro país era reciente miembro del Tratado de Libre Comercio (TLC o NAFTA) con Canadá y los Estados Unidos de América, por lo que, después de muchas negociaciones, como gesto de buena voluntad y a través de permisos muy especiales de parte del gobierno, fue autorizada la venta e importación, con fines científicos, de un componente desarrollado por la división electro-óptica de Rockwell International (actualmente DRS Technologies), consistente en un detector de imagen infrarroja de última generación (NICMOS 3), con un costo superior a los $100,000.00 USD, según recuerdo. Dispositivo al menos en ese entonces clasificado para uso militar y por tanto con un contrato de confidencialidad y una muy larga lista de países con prohibición expresa de cualquier tipo de transferencia al respecto de la totalidad o incluso parte de la tecnología involucrada.
El mencionado dispositivo nos fue entregado "en mano" en medio de una larga gira por diversos observatorios y universidades de los Estados Unidos a los que fuimos invitados, entre los cuales se encontraban Palomar Observatory en San Diego County, California, Mount Graham International Observatory (MGIO) y Kitt Peak National Observatory (KPNO) en Arizona, y la Universidad de Massachusetts en Amherst (UMass), a fin de intercambiar con colegas (físicos e ingenieros) vinculados al desarrollo de aplicaciones con fines astronómicas basadas en dicho detector para, a su vez a nuestro regreso, trabajar con el resto de los integrantes del departamento de instrumentación del que formábamos parte, en el diseño y fabricación mécánico, y ópto-electrónico de la cámara infrarroja que, algunos meses después, registraría los mencionados impactos al planeta Júpiter, por medio del Telescopio Óptico de 2 mts de diámetro del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de San Padro Martir en Baja California Norte.
Proyectos involucrando presupuestos con cifras astronómicas, literalmente. Como el anterior, u otros mucho mayores como los grandes telescopios y radiotelescopios de vanguardia con costos de decenas y hasta centenares de millones de dólares y destinados no a siempre a la busqueda de respuestas tendientes hacia el encuentro con la hermandad Universal sino a las "guerras de galaxias", o bien los costosísimos proyectos multinacionales de aceleradores de partículas cada vez más y más poderosos para fragmentar más y más el átomo por definición indivisible, sin llegar verdaderamente al origen último del microcosmos, y hasta aquellos supuestamente destinados a desentrañar los misterios de la vida pero solo desde la predominante perspectiva material del DNA que nos mecaniza dejando de lado la perspectiva sagrada de la existencia, entre tantos otros proyectos científicos contemporáneos considerados de gran importancia, pero dentro de la misma ilusión no trascendente del espacio-tiempo, como pareciera convenir a un sistema establecido que pretende mantenernos controlados dentro de la materialidad evitando el encuentro con el ser. Intentando supuestamente hacernos creer que solo por medio de esos caros y complejos proyectos y modelos es que será posible desentrañar el macro y el micro cosmos pero siempre de forma fragmentada o inconexa a pesar de los, muchas veces bien intencionados ocasionales intentos de multi e inter diciplinaridad, pero alejados de la profunda cosmovisión de la Con-Ciencia Holística con la cual se afirma no es necesario tener tanto ni ir a ningún lado pues TODO el Universo está en cada punto y por lo mismo al alcance de nuestras manos en todas sus escalas, como dan fe los grandes místicos de las diferentes tradiciones espirituales de todos los pueblos y a lo largo de los tiempos. Espíritu del que igualmente se han nutrido, al menos parcialmente, lo más grandes sabios, filósofos y científicos de todos los tiempos.
¿A donde es necesario ir, o que es necesario hacer cuando se alcanza dicha consciencia. Acaso cuando esta se ha alcanzado se es capaz de acceder a la TOTALIDAD de los secretos del cosmos, e ir más allá de la ilusiones del espacio y del tiempo?.
Aunque quizá no de manera totalmente clara aun, pareciera intuirse ya que quizá existe un vínculo común asociado a todos los ejemplos mencionados anteriormente. Intentaremos ahora ir mucho más allá.
El Akasha:
Si bien para la ciencia y sus seguidores la recuperación de la información que trasciende el tiempo presente parece a lo más una elusiva frontera que promete ser factible de extenderse poco a poco, algún día, para quienes tienen desarrolladas facultades producto de un estado de consciencia superior, no racional ni materialista, esos hechos parecieran o bien frecuentes o al menos excepcionales pero profundamente reales.
Descartando los casos de farsantes e imitadores que persiguen intereses de beneficio personal como el prestigio u otras ganancias materiales, y que existen en todas las áreas de la actividad humana, incluso en las ciencias, hay evidencia de incontables casos de personas con capacidades de percepción que sienten, escuchan o ven lo que es imperceptible para otros. Personas capaces por ejemplo de "percibir" personas fallecidas o eventos acontecidos años, décadas e incluso mucho más atrás. Así como eventos en el futuro cercano y lejano.
Estas personas son conocidas con diversos nombres, entre ellos: Sensitivos, clariaudientes, videntes o clarividentes, psíquicos, etc., según la modalidad y alcance de su sensibilidad.
¿Y si lo que ocurriera fuera que todo fenómeno "observable" fuera tan solo una manifestación en la ilusión espacio-temporal que nosotros comúnmente tomamos como realidad, y que la anterior tuviera su origen en una realidad atemporal trascendente?.
Entonces en cualquier momento de la ilusión del espacio tiempo sería posible "recuperar" la información del ilusorio pasado ¿o acaso incluso del futuro o posible futuro?.
De ser así sería como si ese fenómeno "ondulatorio" que percibimos en nuestra ilusoria realidad espacio-temporal y que pareciera extinguirse, solo se "aleja" o "desconecta" de la realidad trascendente que la sostiene y produce su manifestación. Y que pasado el momento parece irse atenuando dejando tan solo débiles ecos en el espacio tiempo. Según nuestras propias investigaciones y hasta vivencias personales, el vínculo dimensional de manifestación ocurre por medio de la vorticidad, que sirve de enlace fundamental entre nuestra realidad percibida en nuestro presente y el plano atemporal donde coexiste vibrante la totalidad.
Desde esta perspectiva lo que conocemos como vida sería una ilusión, una sombra, de esa nada que tememos comúnmente y que llamamos "la muerte", y que los sabios toltecas reconocen como el cuarto enemigo del hombre de conocimiento. Muerte cuyos secretos solo pueden ser desvelados por medio de la iniciación y que es más real y trascendente que nuestra aparentemente sólida ilusión. Vistos desde esta perspectiva, Los momentos de la historia que parecen atenuarse y disolverse en el tiempo, serían ecos de la eternidad.
Ese plano de realidad trascendente donde ocurren verdaderamente los fenómenos cuyas sombras son percibidas en la ilusión del espacio-tiempo ha recibido diversos nombres según las diferentes culturas. Los sabios y místicos indues le han denominado, el Akasha.
Las voces del navazzamin:
Existen recintos donde es posible escuchar el silencio más profundamente, un silencio que todas las culturas ancestrales del planeta asocian con lo sagrado, entre ellos los Olmecas de México, quienes lo consideran instrumento supremo de automaestría.
Uno de esos recintos, que si bien no es usado con fines espirituales ni de elevación de consciencia, es la llamada cámara anecóica, supuestamente diseñada solo desde la perspectiva de la física y sin mayor pretensión de trascender el paradigma contemporáneo de "las ondas", sino totalmente basado en el mismo. Curiosamente las paredes de dichas cámaras están recubiertas de materiales blandos de formas triangulares (y muchos de ellos incluso piramidales con base cuadrada) a fin de "absorber" los sonidos y evitando su reflejo. Es un hecho reconocido que el silencio que puede alcanzarse en una cámara anecoica puede ser tan profundo que una persona común como por ejemplo, un investigador científico, sin una búsqueda en el camino del autoconocimiento o la consciencia, comúnmente es incapaz de soportar siquiera una hora completa dentro de tales cámaras sin sentirse angustiado o "que se está volviendo loco". Ni que decir sobre lo que ocurre dentro de un milenario y ancestral espacio sagrado diseñado exprofesamente para ser utilizado como recinto para la elevación de la consciencia por medio del silencio, como ocurre por ejemplo con las cámaras interiores de las grandes pirámides del planeta.
Es por medio de esas cámaras anecoicas, comúnmente utilizadas para llevar a cabo experimentos físicos asociados con el sonido (acústicos), que se ha logrado aumentar el tiempo de los 30 segundos alcanzado en los ya mencionados experimentos del Dr. Molina. Dado lo anterior cabe preguntarse.
¿Que sonidos o voces conforman el ruido constante que normalmente escuchamos de fondo?, ese que se exalta sobre todo por las noches cuando se adormecen los ruidos diurnos. ¿Que voces de "mas allá del tiempo y del espacio" guardan esos leves susurros que como tanto se afirma, solo pueden ser escuchados por medio del silencio, mismo que hace posible acceder a conocimientos y consciencias superiores.? (ver electromediumnidad y æterofonía)
Pareciera que tanto a nivel electrómagnetico como sonoro o auditivo, la "radiación de fondo" resguardara ecos del ilusorio paso del tiempo en el igualmente ilusorio espacio. "Radiación de fondo" tan intrigante que la actual radioastronomía no duda en reconocer como guardiana de la historia misma del universo, pero sin concebir siquiera que quizá esa historia sea mucho más profunda que lo que hoy día somos capaces incluso de imaginar.
Las grandes tradiciones espirituales afirman que el ser al dejar de habitar un cuerpo físico terrestre, según logra liberarse del peso de las ataduras o apegos producto de las formas pensamiento, logra alcanzar diversos niveles evolutivos en su regreso al reino al que los antiguos atlantes denominaban el navaz. Planos astrales, en donde existen planetas con vidas en algunos aspectos muy similares a las existentes en el nuestro (que nosotros llamamos tierra), aunque con diferentes grados de evolución cada uno de ellos.
Las imágenes del pasado:
Si bien algunos han argumentado que el mencionado CRONOVISOR del padre Ernetti, al igual que muchos otros hechos interesantes pero fuera de la ortodoxia de "la ciencia" académica, es tan solo un engaño o bien producto de la ficción o mera "leyenda urbana", de hecho la cronovisión o capacidad de ver imágenes del pasado es una realidad cotidiana y aceptada incluso dentro del propio paradigma de la física contemporánea, sin intentar entrar en mayores detalles de proyectos militares ultra secretos que supuestamente existen, como el Pegasus de visión remota del Instituto Farsight.
Para la astrofísica contemporánea es un hecho aceptado que dada la limitación en la velocidad de propagación de la luz en el vacío (límite de velocidad que cada vez es más y más cuestionado incluso dentro de la misma física), el cielo que contemplamos no corresponde al presente, sino que de hecho cualquier telescopio eletromagnético (óptico, de radio u otras bandas), e incluso nuestros propios ojos, contemplan al cielo como era en el pasado, desde algunos minutos hasta incluso muchos miles de años atrás. Así, sin intentar ir más allá de la perspectiva del paradigma de la física contemporánea, podríamos afirmar lo siguiente:
Teorema fundamental de la CRONOVISIÓN: Dada una ubicación cualquiera en el espacio, existe un lugar geométrico (que de hecho debería corresponder a una esfera si aceptamos como verdaderas las hipótesis de isotropía e infinitud del cosmos), tal que desde todo punto sobre su superficie, es posible "observar" eventos ocurridos en la ubicación dada, en cualquier instante del pasado.
Como ejemplo de la afirmación anterior tomemos como caso particular lo siguiente. Cualquier observador (un telescopio o radiotelescopio por ejemplo) ubicado "en este momento" en cualquier punto sobre una esfera de radio de digamos 2000 años luz de nuestro presente en la tierra, estaría "observando" como era nuestro planeta hace 2000 años. Igualmente según la física aceptada "las ondas" de la imagen de ese instante de la Tierra (al igual que cualquier otro instante) "sobreviven" y, aunque por considerarse radiales (esféricas) y por el comúnmente aceptado principio de conservación de la energía se explique el por que su intensidad se va atenuando según el inverso del cuadrado de la distancia recorrida, las mismas continúan viajando y expandiéndose por el Universo de manera infinita. Lo mismo ocurriría para cualquier punto del Universo, de modo que tecnologicamente, la CRONOVISION como concepto de hecho no solo es factible sino que aun con el actual paradigma científico contemporáneo del espacio y el tiempo, puede afirmarse que dicho fenómeno sucede de manera permanente y hasta puede explicarse facilmente, al menos para "el pasado".
Con los razonamientos anteriores, es claro que la perspectiva que es posible obtener desde cada punto del espacio debe ser distinta y correspondería a una de entre una infinidad de posibles cosmos o multiversos coexistentes, según el punto de observación, como ocurre con un holograma óptico. Mientras que la perspectiva de Universo, que implica unicidad, y que es por tanto total y simultanea, requiere por lo mismo, para ser percibida, de una consciencia superior y unificada, es decir de mecanismos que trascienden las ilusiones de la percepción.
La interferometría óptica y los multiversos:
Una hecho sobre la percepción visual vinculado a los modelos ondulatorios que siempre me ha intrigado y sobre la cual he intentado indagar e incluso he intentado compartir reflexiones, sin mucho éxito, entre otros con ex colegas especializados en el área de óptica, de pensamiento "académico u ortodoxo" del instituto de astrofísica de la universidad donde laboré casi dos décadas, es el siguiente.
Dado que parecen coexistir simultaneamente y de manera holográfica infinitas "esferas" (o planos) de imágenes provenientes de todo punto del Universo, como las del ejemplo anteriormente mencionado. ¿Acaso existen abruptas interferencias ópticas entre ellas que pudieran crear o modificar radicalmente la percepción visual, al menos en determinadas circunstancias, e incluso hasta manteniéndonos de manera permanente en una "realidad" individual decodificada por nuestro propio nivel de consciencia pero ilusoriamente colectivo?. ¿Acaso son esos mismos patrones de interferencias las que crean la ilusión del espacio-tiempo en nuestro decodificador mental y solo por medio de una consciencia superior, unificada y por lo mismo trascendente es que se pueden encontrar "las puertas" para acceder a esa "otras dimensiones", superiores igualmente?.
Derivado de mis años dedicados ya no a la ciencia, sino al intento de expandir, un poco al menos mi propia consciencia, innumerables experiencias tanto personales como descritas por diversos "videntes" a quienes he conocido me confirman que continuando tan solo con lo que podría denominarse la linea ortodoxa de pensamiento científico contemporáneo, pareciera que efectivamente, en ciertas condiciones y para algunas personas, existieran digamos "fenómenos de interferencias ondulatorias" que les permiten percibir realidades alternativas en el aparente continuum espacio-temporal dentro "holograma de la realidad" y que incluso personas ubicadas aparentemente en el mismo entorno son incapaces de percibir, tanto de tipo visual como auditivo. Sin embargo, el hecho de que comúnmente parecieran no existir dichas "discontinuidades" (constructivas o destructivas) explicables por medio de la interferencia de ondas, y sobre todo derivado de los diversos escritos de los grandes místicos y videntes de todos los tiempos, realmente debiéramos detenernos a reflexionar sobre lo que pudiera estar verdaderamente detrás del fenómeno de la escucha y la visión, que trascienden las perspectivas físicas de la acústica y la óptica, respectivamente.
La plenitud del vacío, el campo infinito de todas las posibilidades:
Una característica fundamental del vacío o la nada, es que es capaz de contener cualquier cosa. Un recipiente vacío puede contener cualquier líquido, igualmente sobre una hoja de papel en blanco sin nada escrito, puede escribirse o imprimirse cualquier cosa.
Esa nada entonces pareciera ser el infinito depósito trascendente desde donde se manifiesta la ilusoria materialidad en el espacio-tiempo, según la conciencia del observador, que dado lo anterior pasaría realmente a ser creador de la misma.
Eso significa que un ser que se manifiesta desde "el vacío", incluso como nosotros mismos lo hacemos al nacer, crea durante un ilusorio lapso de tiempo una realidad percibida por el mismo que considera "su vida" y que en lo más profundo es una experiencia totalmente individual con la ilusión de colectividad. Al retornar a el vació o a la nada, los seres regresarían a un nivel de coexistencia atemporal.
La interconexión vorticial del espacio-tiempo:
Para los llamados videntes, el cuerpo humano es algo muy diferente a aquel percibido por quienes tan solo ven con los ojos físicos. Para los primeros existen diferentes cuerpos sutiles acoplados y, el cuerpo físico (el más denso), es penetrado por medio de vórtices espirales denominados chakras (nombre generalizado tomado de la sabiduría de la india), los cuales lo alimentan energeticamente de energía bio-cósmica (también conocida como prana, entre otras muchas denominaciones), energía que es realmente el sustento de vida y que puede incluso ser el único utilizado, remplazando a la alimentación "bio-quimica" cuando se ha alcanzado el nivel de consciencia necesario.
"Alimentación" energética que corresponde igualmente a la liberación de la dependencia que nos ha esclavizado a los llamados combustibles materiales (fósiles u otros) y que está vinculada con la expansión de consciencia de la humanidad hacia planos de existencia superiores regida por leyes metafísicas y espirituales, y nutrida por energías libres.
Es por medio de esos vórtices que, según el nivel de consciencia del "observador", se manifiestan diferentes realidades espacio-temporales. Una creación surgida de planos inmateriales negados sistematicamente por la ciencia materialista que ha privilegiado la perspectiva de la química material despreciando la superior de la alquimia, así como la astrofísica por sobre la antaño tan apreciada perspectiva astrológica vinculada igualmente con los efectos cósmicos sobre la consciencia y más aun, la de una salud determinada fatalmente por las leyes materiales de la genética y no regida por la consciencia superior capaz de obrar milagros.
Cuando la pletórica atemporalidad trascendente del "vacío" se manifiesta en la ilusión de la temporalidad es que se teje el entramado del espacio-tiempo. Esos vórtices portales sirven como puente de manifestación material entre dimensiones, interconectando potencialmente todo lugar y cualquier tiempo, pero surgiendo y confluyendo todos ellos en la nada, más allá del espacio-tiempo desde donde la unidad del todo, potencialmente, puede manifestarse dando origen a las diferentes dimensiones.
Vórtices que actuando como fuentes energéticas, manifiestan y dan sustento al girar de las actualmemente concebidas y denominadas "partículas elementales", entre las que se encuentran el llamado "electrón" y hasta el propio "átomo", fundamento del microcosmos y espejo infinitesimalmente pequeño de lo infinitamente grande, hasta planetas, estrellas y galaxias que conforman el macrocosmos, pasando por la escala humana donde siete de estos centros, sustentan los diversos planos de la vida, hasta la manifestación material de aquello que reconocemos como nuestro cuerpo físico.
Φ
.:.