æterofonía, las voces del navazzamin


En 1919 el ruso Leon Theremin (Lev Thermen) daría a conocer el que sería uno de los primeros instrumentos musicales derivado de la entonces nueva tecnología de las válvulas electrónicas, desarrolladas a finales de la primera década del entonces recién iniciado siglo XX. Su invento sería precursor de toda una pléyade de instrumentos electrónicos que nacerían después, pero siendo quizá incluso hasta hoy día el único conocido que se ejecuta, no por medio del contacto con el cuerpo físico sino por medio del cuerpo sutil, es decir, que "se toca sin tocarlo". 

Con el paso del tiempo, como parte de un plan orquestado por los intereses del creciente materialismo promotor del radical positivismo-racional, y en aras de una ilusoria modernidad, elevados conceptos filosóficos vigentes en siglos pasados poco a poco fueron siendo cuestionados con fundamento en una supuesta nueva "evidencia científica", ridiculizados y relegados al olvido de forma intencional, llevando al descrédito total todo conocimiento basado en conceptos espirituales y teorías fundamentadas con el sustento de la existencia de planos y energías sutiles, como el æther. Se cimentaba así una limitante cosmovisión que daba lugar, entre otras, a una perspectiva de la vida y la salud que convenía a los intereses de la naciente farmacocracia (drug government) y su poco saludable pero multimillonario plan de negocios.

Así, décadas más tarde el antes mencionado instrumento pasó a ser conocido como THEREMIN en honor a su creador, olvidándose su nombre original que era ætherophone (Eterófono). Sin embargo su invento sería ampliamente utilizado, de forma inconsciente quizá, para crear la atmósfera sonora en numerosas escenas de películas realizadas durante la primera mitad del siglo pasado y cuya trama estaba asociada, en muchos casos y de una u otra manera, con fenómenos de índole espiritual.


Termen ne mret


Un paso natural asociado a nuestras investigaciones sobre energías bio-cósmicas y que nos ha llevado al desarrollo de nuestra tecnología TEV-Transistor de Efecto Vórtice (VET-Vortex Effect Transistor), ha sido la construcción y pruebas de æterofono, mucho más simple que algunos "THEREMIN" que se continúan comercializando incluso hoy día pero con un diseño conceptual en base a "ondas hertzianas",  y no al original que le dió origen.

Lo más importante es que nuestro diseño busca recuperar el sentido más profundo del espíritu de las investigaciones sobre el æther y sus sonidos que inspiraron las mentes de grandes investigadores en los albores del siglo previo (ver electromediunmidad). Realmente es la anterior área la que representa nuestro más genuino interés, misma que poco a poco fue siendo olvidada ante la predominante perspectiva de la radio (comunicación hertziana) y su gran potencial de aplicación comercial.




Las etapas fundamentales asociadas a nuestro diseño, mismo que puede ser utilizado como un módulo o etapa de otros sistemas incluso mucho más complejos, es la siguiente: A la entrada, un oscilador cuya frecuencia es controlada (modulada) por la energía ætérica o bio-cósmica (según el diseño original de Theremin esto ocurre a través de la mano derecha del ejecutante), misma que define el tono musical (grave o agudo). A la salida, un amplificador cuya ganancia es controlada por la misma energía (por medio de la mano izquierda del ejecutante), y que regula el correspondiente volumen o intensidad sonora del instrumento.

Si bien el desarrollo anterior pareciera ser suficientemente interesante para concentrarse solo en él, realmente para nosotros es apenas una etapa de confirmación vinculada con parte de nuestras actuales investigaciones, mismas que están más bien conectadas con la decodificación de la información almacenada en el entramado o celosía (laticce) que sostiene al espacio y al tiempo y al que los sabios toltecas se refieren como "atado de serpientes" que incluso es posible trascender. Océano de energía bio-cósmica que, por ejemplo, los místicos indues han denominado Akasha y al que igualmente todas las culturas ancestrales han tenido acceso y utilizado para el desarrollo de diversas tecnologías, desde tiempos tan remotos que al igual que sus alcances se pierden en la noche de los tiempos.

Dicha información puede ser decodificada y hasta registrada (audio, video u otro) a través de diferentes medios (latín: medium) tanto de tecnología esotérica como de tecnología exotérica, siendo los Transcomunicadores Piramidales Interdimensionales (TPI) tan solo un ejemplo de esta última.

Oculto dentro de las energías englobadas de forma genérica en la comúnmente denominada "estática", subyace un enorme potencial inconsciente para la humanidad. Aquellos que se han adentrado en su exploración y se han atrevido a cuestionar los dogmas sobre su origen (ruido 1/f, radiación de fondo, etc.), han encontrado profundas respuestas en medio de la aparentemente incoherente cacofonía.

En 1958 Patrick Flanagansiendo apenas un joven que entraba a la adolecencia, construyó lo que denominaría un "Neurófono" y que entre otras cosas permite la escucha extrasensorial, haciendo posible la audición incluso a personas con discapacidad auditiva total (sordera). Dada la ya mencionada actual perspectiva materialista predominante se continua afirmando, que dicho fenómeno se hace posible debido a la transmisión de las señales de audio por medio de la piel y/o los nervios hasta el cerebro, sin abrirse a la posibilidad de considerar que quizá la "escucha" pudiera involucrar otros niveles más sutiles como por ejemplo los canales del cuerpo bio-energético o æterico del individuo, y el cuerpo mental.

Una confirmación de lo anterior es el hecho de que, por medio de muy ligeras modificaciónes en el circuito electrónico del æterofono mostrado anteriormente en el diagrama a bloques, hemos logrado emular exitosamente el funcionamiento del mencionado dispositivo. Entre dichas modificaciones se encuentra la adición, como en el caso del diseño del "Neurófono", de una etapa diferenciadora (derivada, d/dt) a la salida, que se encarga de producir pulsos ultra cortos y que estaría por tanto asociada a nuestros resultados experimentales de bombeo vorticial para la "generación" de energía (ver Bomba Δ), hecho que refuerza aun más nuestra convicción de que el fenómeno auditivo experimentado involucra otros planos y energías sutiles. 

Tanto las investigaciones del Dr. Flánagan como nuestras propias experiencias personales con diversos canales o mediums y usando los Transcomunicadores Piramidales, nos invitan a reflexionar sobre el fenómeno de "escuchar" mismo que acaso involucra mucho más que la simple explicación mecánico-fisiológica comúnmente aceptada, jugando el fenómeno energético de la vórticidad (remolino espiral) un papel fundamental como vínculo interdimensional (amplificación sonora de micro a macro vibración, audición externa-interna, y otras dimensiones) como lo evidencía incluso la propia anatomía humana y que pareciera ser la base energética que podrían dar sustento a lo que podríamos denominar "la acústica de la canalización o mediumnidad".


Dicha anatomía es manifestación de los cuerpos energéticos sutiles y no resultado solo de la genética molecular como se afirma de manera categórica dada la actualmente predominante perspectiva materialista que, al igual que la electrónica y la ciencia contemporánea en general, busca explicar y reducir todo tan solo a "pelotitas" de diferentes escalas (subpartículas, electrones, átomos, moléculas, planetas, etc., etc..) y sus infinitas combinaciones, ignorando por completo la plenitud intangible de "el vacío" y los fenómenos energéticos de interrelación involucrados.

A través de los tiempos, los más elevados maestros de la humanidad siempre han hecho incapié en que el sustento primero y último de la creación de todo ser es el cuerpo espiritual, único inmutable y por tanto el único realmente verdadero. Es este quien potencialmente puede dar origen y servir de sustento a los diferentes cuerpos sutiles (mental, emocional, bio-energético), sucesivamente más "densos y que sostienen las funciones de visión, escucha, etc., en los planos astrales ", hasta llegar a la manifestación material del cuerpo físico.

Como es arriba es abajo, así desde la escala galáctica del macrocosmos hasta la escala atómica del microcosmos, el vórtice es portal energético de manifestación en esta dimensión de la plétora de "la nada".




Vórtice de energía ætérica, captado por medio de 
Transcomunicación Piramidal Interdimensional




Dado lo anterior no es extraño que diversos investigadores que han estudiado el mencionado fenómeno, aunque solo sea desde el punto de vista físico, hayan encontrado que la vorticidad esté vinculada a la generación de la denominada "energía libre", la antigravedad y otros fenómenos. Entre quienes se han adentrado en su exploración se encuentran el inventor austriaco Viktor Schauberger y, en resanonancia con la forma piramidal que representa nuestro interés primordial, el antes mencionado Dr. Flanagan.



Puente dimensional de enlace con 
la fuente del sonido primordial
















El sonido más sagrado del caracol 
 surge, cuando no se toca.




El æther y la eternidad 




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